La mejora económica evita que
 Portugal aumente los impuestos

El Gobierno diseña un nuevo plan para compensar los últimos ajustes vetados por el Constitucional

La mejora en las previsiones macroeconómicas para este año permite al Gobierno portugués garantizar el cumplimiento del déficit con un control del gasto público y sin recurrir a una nueva subida impuestos. La revisión al alza de la previsión de crecimiento y a la baja de la tasa de desempleo dieron más margen de maniobra al Ejecutivo, de signo conservador, para diseñar un nuevo plan para compensar los últimos ajustes vetados por el Tribunal Constitucional.

La ministra de Finanzas, Maria Luis Albuquerque, garantizó el cumplimiento de la meta del déficit del 4 % para este año acordada con la UE y el Fondo Monetario Internacional como parte de los acuerdos del programa del rescate cerrado este año. El objetivo será alcanzado "sin recurrir a medidas de consolidación presupuestaria adicionales y evitando principalmente el aumento de los impuestos", aseguró la ministra.

En lugar de aumentar la presión fiscal, se estudiarán "caso por caso" los gastos en los servicios de las administraciones públicas en los últimos cuatro meses del año para una posible congelación de algunas partidas, aunque la titular no detalló qué áreas podrán verse afectadas. "No son nuevas medidas específicas, ni nuevos recortes", remarcó Albuquerque, que envió hoy este plan, la segunda rectificación de los presupuestos estatales de 2014, al Parlamento luso, donde previsiblemente será aprobado por la mayoría conservadora.

La nueva estrategia presupuestaria después de tres años de dura austeridad a través de recortes y una fuerte carga fiscal se beneficia de una recuperación económica con más impulso del previsto. En el texto del plan, se anticipa que el crecimiento para este año será del 1 %, más que el 0,8 % estimado en abril pasado, aunque por debajo del 1,2 % calculado en octubre de 2013. También se revisa a la baja la tasa de desempleo, del 15,4 % al 14,2 %, a más de tres puntos del 17,7 % previsto en las primeras proyecciones.

Según la ministra, dos tendencias determinaron la revisión de este escenario macroeconómico: la evolución positiva del mercado laboral y un aumento del consumo interno por encima de lo esperado. Estos factores permitirán una reducción del gasto en prestaciones de paro, un aumento de los ingresos fiscales y una mejora del saldo de la seguridad social, debido a una mayor contribución salarial por una subida en la creación de empleo.

El Gobierno portugués se vio obligado a aprobar este nuevo reajuste del presupuesto para acomodar las cuentas públicas a los últimos vetos del Tribunal Constitucional que ilegalizaron una reducción en salarios de funcionarios públicos y otras medidas de ahorro a través del gasto público. Como medida alternativa, el Ejecutivo recuperó en junio los recortes a los salarios públicos de más de 1.500 euros, que habían sido aprobados por el anterior gabinete socialista (2005-2011).

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