CRÓNICA

La misteriosa guerrillera de las FARC que pinta la historia de la violencia en Colombia

Malena Laverde", alias de esta mujer, explica desde su campamento que la idea de la obra surgió por "la necesidad de mostrar la historia que ha sido ocultada

La entrada del campamento del Frente 59 de las FARC en las estribaciones de la Serranía del Perijá, en el norte de Colombia, se enmarca en una secuencia de doce dibujos que narran la cruda historia de la violencia en el país y el surgimiento de esa organización armada.

Los dibujos, impresos en un pendón azul, forman parte de la obra pictórica de la artista Inty-Maleywa, una guerrillera que prefiere no revelar su edad, pero confiesa que lleva 14 años en las FARC bajo el nombre de "Malena Laverde".

La obra, titulada "Desenterrando Memorias", detalla la historia de las luchas campesinas y obreras en Colombia desde la década de los años 20, cuando ocurrió la masacre de las bananeras en Ciénaga (Magdalena), hasta la reciente firma del acuerdo de paz entre las FARC y el Gobierno del presidente, Juan Manuel Santos.

"Malena Laverde" explica a en su campamento cercano al caserío de Conejo, en Fonseca, que la idea de la obra surgió por "la necesidad de mostrar la historia que ha sido ocultada, tergiversada, de todo lo que han tenido las luchas aquí en Colombia, la historia popular, la historia de los pueblos".

"También (quise) mostrar que constantemente se ha ido repitiendo nuestra historia en nuestro país, la historia del conflicto por la tierra, la historia de los de arriba y de los de abajo, la historia de la resistencia", agrega.

El proceso de esta obra, que se realizó para conmemorar los 50 años del surgimiento de las FARC, parte "de una investigación basada en fotografías y vídeos en blanco y negro" y se consolida, según Laverde, en el "estudio de textos" que le proporcionaron el contexto histórico y la cronología que concatena la secuencia.

"No me lo estoy inventando, está en los archivos fotográficos de la historia de nuestro país y como no se conocen, las quiero mostrar aquí en mi obra", puntualiza la artista.

Laverde arranca su obra en los años 20 con la masacre de las bananeras "para mostrar cómo los trabajadores ya se unían, querían exigir unos derechos de mejores condiciones laborales, también la intervención extranjera por parte de los Estados Unidos que desde aquí ya se puede ver".

La masacre de las bananeras ocurrió entre el 5 y 6 de diciembre de 1928 cuando el Gobierno del entonces presidente Miguel Abadía Méndez reprimió una huelga de los trabajadores de la estadounidense United Fruit Company. La cifra de muertos está perdida en la historia, pues hay quienes hablan de alrededor de 20 y otros de más de 1.000.

Otro periodo clave de la obra es la década del 40, con el asesinato el 9 de abril de 1948 del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, quien denunció la masacre de las bananeras. "Había mostrado su pensamiento y fue una gran amenaza para los poderosos", dice.

"Aquí es donde reúno todas esas fotografías que están en los archivos y les pongo color para mostrar esta época de la violencia en nuestro país, donde ya comenzaron los primeros desplazamientos; aún las FARC-EP no existíamos, es una década en la que por toda esta violencia los campesinos huyeron para salvar sus vidas", dando origen a las guerrillas liberales, explica.

La artista pinta en la década del 60 el nacimiento de las FARC en escenas que muestran a su fundador, alias "Manuel Marulanda", y otros campesinos, así como al presidente de entonces, Guillermo León Valencia, y la injerencia de EEUU con la Operación LASO (Latin American Security Operation, siglas en inglés).

Los últimos cuadros muestran la tecnología al servicio de la guerra, la vigilancia electrónica y la influencia de las redes sociales.

La artista finaliza con las guerrillas mezcladas con sectores populares urbanos, los movimientos estudiantiles, las matanzas cometidas por paramilitares y los diálogos de paz.

La artista dibujó con lápices de colores sobre papel porque esta técnica le permitía que los dibujos se conservaran debido al "constante movimiento" de la vida guerrillera y "protegerlos de la humedad de la selva".

Laverde seguirá pintando y sueña con que las próximas décadas de la historia de Colombia sean menos violentas: "ahora se presenta la oportunidad de mostrar todo este trabajo, de mostrar nuestra historia, nuestro sueño, nuestra esperanza" y pintar a "Colombia como un territorio de mil colores por la paz"

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