ACOSO ESCOLAR

"Por morena, alta o tímido", las sinrazones de víctimas de bullying

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photo_camera La expedición peruana contra el acoso escolar

Ocho jóvenes que han vivido de cerca y de diferentes formas este tipo de violencia y que conforman la expedición "StopBullying" al otro lado del charco

Cuenta una leyenda inca que el dios Sol recomendó a sus hijos Mancocapaq y Mamaocllo que entre ellos nunca guerrearan. Les regaló una barra de oro que solo se hundiría allí donde habría cosechas y vivirían felices con sus familias. Y fue en Cuzco, donde llegaron solo gracias a ayudarse unos a otros.

"Refleja lo que hay que hacer para evitar el acoso escolar", comentan Pilar, María, Laura, Oihane, Raúl, Mario, Ricardo y Danila, los ocho jóvenes que han vivido de cerca y de diferentes formas este tipo de violencia y que conforman la expedición "StopBullying" en Perú.

Tras dormir en Cuzco sin "soroche" o mal de altura hoy han ido a la provincia de Urubamba, y allí han contado parte de sus vivencias a los alumnos del colegio Intercultural Sol y Luna.

Alumnos de todo Perú, de las comunidades mayas, montoy o maras, e incluso algún europeo conviven en un centro que cuenta con un protocolo "antibullying", explica André Arroyo, coordinador de Secundaria y profesor de Comunicación (Lengua y Literatura).

Cada docente tiene "una zona de control en el patio", en las entradas y salidas de los "salones" (clases) y a la hora de comer.

Tampoco faltan las reuniones con padres y los "delegados de convivencia" pues muchos chicos llegan con actitudes "algo agresivas contra sus compañeros y los docentes", pero de un curso a otro todo "se arregla", aseguran miembros de este centro privado.

Testimonios únicos de malas experiencias en el colegio son asimismo los que van contando los ocho valientes de "AventuraC95StopBullying".

Y es que encontrar personas que han sufrido acoso escolar es desgraciadamente fácil con poco que se pregunte, aunque difícil que se abran a contarlo como ellos y dedicarse a animar a quien lo sufre a decírselo a un adulto.

Asimismo, es impactante contar con el testimonio de quien acosaba y al hacerlo se sentía "superior" y "liberaba el estrés" de sus propios problemas, hasta que se preguntó qué estaba haciendo. Una actitud posible solo con una valentía paralela al arrepentimiento.

En esta expedición duele escuchar que se ha sido víctima por "sinrazones" como: "era la más alta de clase" (María), "era tímido y estaba solo en el recreo" (Mario) o "por morena" (Laura).

Pero más aún escuchar a Ricardo (16 años, estudia cuarto de la ESO) afirmar que ha sido acosador en un colegio en Madrid y cuando pasó unos meses estudiando en Canadá. En ambos casos lo hacía formando parte de un grupo en el que solía haber un líder, ha especificado a Efe.

Confiesa que en el centro español participó de los insultos que día tras día -"inútil" o "retrasado" eran los más suaves- proferían contra un chico al que veían como un "pringao".

"Collejas" y otras agresiones físicas en el vestuario también soportó ese compañero al que Ricardo quiere pedir ahora perdón.

"Cuando le acosábamos me sentía superior, mejor, era como relajante, liberaba estrés", recuerda este joven, que un día se dio cuenta de que un amigo suyo también empezaba a ser acosado y su cabeza le dijo "tienes que parar".

"No conté nada en casa hasta hace un año y mi madre me dijo que como se enterara que volvía a hacer esas cosas no tendría mundo para correr", subraya.

Recapacitando, Ricardo cree que el origen de todo pudo estar en que a él se lo hicieron pasar mal varios profesores que le "machacaban" diciéndole que con sus notas no iba a ser "ni cajero en una hamburguesería", y él "volcaba la frustración" que sentía sobre otros alumnos.

Cambió de colegio y, estos días, junto a los otros siete intrépidos contra el "bullying", disfruta de este viaje andino como premio a su valentía.

Por Perú están escuchado testimonios que les "alucinan", como que el arqueólogo peruano Walter Alba, elegido "hombre del año" por la revista "National Geographic" tras descubrir en 1987 la tumba del llamado Señor de Sipán en Chiclayo, también sufrió acoso.

Cuando les mostró el museo que dirige les aseguró que cuando tenía 12 años ya le fascinaba buscar "piedrecitas raras", pero que por ello sus compañeros le acosaban.

Tras hacerse famoso en el mundo, precisamente con la arqueología, esos mismos le decían que "había sido un honor haberle tenido de compañero en el colegio".

La expedición está dirigida por el biólogo y zoólogo Fernando González Sitges, quien les está enseñando a hacer cuadernos de viaje en los que no falten los dibujos, y está organizada por el periodista y escritor Eric Frattini. 

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