ELECCIONES

El gobierno de Alexander Stubb pierde las elecciones parlamentarias

El empresario Juha Sipilä, mantiene su liderazgo y el primer ministro se sitúa de momento en tercera posición

El opositor Partido de Centro, liderado por el empresario Juha Sipilä, mantiene su liderazgo en las elecciones finlandesas al 73 % del escrutinio, aunque baja ligeramente en porcentaje de votos respecto a sus principales rivales.

El partido conservador Kokoomus del primer ministro, Alexander Stubb, se sitúa de momento en tercera posición con el 17 % de los votos y 38 diputados, por lo que pierde seis escaños.

Los centristas, en cabeza, obtienen hasta ahora el 23 % de los sufragios, lo que les garantiza 50 de los 200 escaños del Eduskunta (Parlamento), quince más que en las elecciones de 2011.

Sipilä se mostró feliz con el resultado, aunque admitió que el apoyo popular de su partido, especialmente fuerte en las zonas rurales, bajará al final del escrutinio, cuando se contabilice el voto de las grandes ciudades.

"Si finalmente recibimos un mandato fuerte y la confianza de los votantes, entonces trabajaremos duro por el bien de los finlandeses", dijo a la prensa Sipilä, quien de mantener su ventaja se convertirá casi con seguridad en el próximo primer ministro del país nórdico.

En segunda posición se sitúa de momento el partido ultranacionalista Verdaderos Finlandeses, del líder populista y euroescéptico Timo Soini, con el 17,5 % de los votos y 35 diputados, cuatro menos que en las pasadas elecciones.

No obstante, las proyecciones de voto auguran que el partido de Soini caerá finalmente a la cuarta posición, cuando se contabilice el voto de las grandes ciudades, que favorece a socialdemócratas y conservadores.

Soini aspiraba a continuar el impresionante ascenso de su partido de las pasadas elecciones, en las que multiplicó por ocho su apoyo popular, y lograr un segundo puesto, que le hubiera facilitado entrar en el próximo gobierno de coalición.

Tras la tercera posición de los conservadores de Kokoomus se sitúa el Partido Socialdemócrata (SDP), que por ahora cae al cuarto lugar con el 16,7 % de los votos y 34 escaños, ocho menos que en las pasadas elecciones.

El líder del SDP, Antti Rinne, reconoció estar decepcionado con el resultado y afirmó que "siempre que uno pierde votos y escaños siente cierta decepción".

Con este resultado, los votantes han castigado a los dos grandes partidos del actual Gobierno, los conservadores y el SDP, tras una legislatura llena de inestabilidad en la que el Ejecutivo fue incapaz de reaccionar ante la grave crisis económica que golpeó a Finlandia de un modo algo tardío.

La participación en estas elecciones se situó en el 70 %, medio punto menos que en los comicios de 2011.

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