La atracción que sienten los "pintamonas" por emborronar el casco histórico de Ourense debería ser digna de estudio. Pero entre todos los rincones y callejuelas destaca la Rúa da Estrela, en la trasera de Carmelitas. Se ha convertido en el emporio del graffiti, donde podemos contemplar arte y creatividad por doquier. Qué buena imagen de nuestra ciudad. Y seguro que los vecinos recordarán eternamente sus hazañas.