La cara dura de la gente no tiene límite. La Calle Castro Canseco se ha convertido en un cementeterio de coches, en esta ocasión tenemos abandonos particulares y otro de un taller de la zona que no debió cobrar el trabajo realizado en el vehículo. Pero nadie pone remedio y los vecinos sólo podemos mirar y ver cómo se llenan de polvo.
Buscar
Blanca Otero
19/ene./15 - 14:18
Actualizado:
19/ene./15 - 14:24
19/ene./15 - 14:24
Compartir
Tags
Más en De los lectores