La fotografía está tomada en una finca en las inmediaciones del Campus Universitario de Ourense. Me parece totalmente inhumano tener gallos encerrados sin luz natural durante las 24 horas del día, tapado el gallinero con plásticos opacos que aumentan la temperatura en su interior. Pero todavía me parece más inhumano sufrirlos cantando toda la noche, pues provoca el insomnio a muchos vecinos.