Esta es la iluminación que tenemos quienes, una vez comienza a oscurecer, vamos caminando por el sendero que conduce a las termas. Como puede verse, al fondo se distingue la iluminación de la pasarela de Outariz. Algo lamentable, y además por un camino de tierra lleno de desniveles, como para dejarse un tobillo o algo peor. Y luego queremos vender el termalismo. Una vergüenza.