La jungla de As Lagoas

El vecino que tenga la suerte de pasear por As Lagoas puede, sin apenas esfuerzo, alejarse de la (gris y aburrida) estética urbana y ver cómo la naturaleza gana, poco a poco, terreno al cemento y asfalto. Es encomiable el esfuerzo del Concello de Ourense, que sin duda imbuido de un espíritu verde y naturalista ha decidido, por fin, dar prioridad a la maleza y hierbajos y dejar en un segundo plano a los ciudadanos. Aplaudiendo la iniciativa, uno solo puede atreverse a imaginar el siguiente paso de este gobierno. ¿Quizás soltar animales salvajes y organizar safaris por el barrio? ¡Jumanji!