Avenida de Portugal a eso de las dos de la tarde. El clásico follón de tráfico provocado por el reparto de mercancías. En unos casos provocado porque el sitio destinado a estacionar los vehículos comerciales está ocupado por turismos, y en otros, por el incivismo de algún repartidor que deja su camión en medio de la calle incumpliendo las normas básicas de circulación urbana. Con todo ello se provoca un caos que impide que los usuarios y sus vehículos puedan circular sin problemas.
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