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El alcantarillado vierte al paseo del Arenteiro

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photo_camera Zona bajo el puente de A Toscaña donde está localizado el vertido, en Carballiño.

El Concello carballiñés pedirá a la concesionaria que repare las deficiencias

El vertido de aguas fecales procedentes de la red de saneamiento de Carballiño al río Arenteiro está motivando quejas entre los usuarios del sendero peatonal que discurre paralelo al cauce. Concretamente, el punto está localizado bajo el puente de A Toscaña, bajo la calle Astureses, donde se encuentra un registro del alcantarillado en el que las canalizaciones están rotas.

Vecinos, visitantes y los propios aficionados a la pesca que habitualmente atraviesan la zona deben dar un rodeo al no poder soportar los hedores que emanan las aguas  fecales, que se encharcan y también impiden el paso a pie por este motivo. Además, las altas temperaturas de este verano todavía incrementan más los malos olores debido a la evaporación de elementos orgánicos. Por otra parte, la aparición de fuertes lluvias provoca el desbordamiento de la red de saneamiento, que vierte en ese punto y las augas fecales van directamente al cauce del Arenteiro, separado tan sólo por un pilar del puente.

Según indicaron fuentes del Concello de Carballiño, "este non é un problema illado, xa que hai outro punto de verquido á altura do viaducto do Cuco e outros dous no río Carrás, baixo o barrio de Flores e preto do Centro de Saúde". Para solucionar estas averías existentes en el alcantarillado, las autoridades municipales solicitarán de la empresa concesionaria del servicio de aguas un informe completo sobre las deficiencias en toda la red, de modo que sean los propios técnicos de la entidad quienes se encarguen de elaborar un proyecto integral para acometer las reparaciones que sean necesarias y la sustitución de las tuberías que estén obsoletas.

Río Carrás

Con respecto al río Carrás, los vertidos derivan de defectos en la ejecución del proyecto de saneamiento desarrollado por la Consellería de Medio Ambiente hace una década, en el que se invirtieron seis millones de euros.  Las aguas fecales del 40% de la población de la villa del Arenteiro iban directamente al cauce en las inmediaciones del ambulatorio y en la carretera de Señorín, y las canalizaciones no fueron conectadas convenientemente, si bien  la construcción de una nueva estación depuradora solventó parcialmente la contaminación. 

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