O CARBALLIÑO

Beariz intenta paliar los daños del ganado salvaje

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photo_camera El ganado mostrenco, tanto vacuno como equino, pasea por diferentes viales de la zona.

Un vallado especial de metal facilitará la captura de las reses fuera de control

El Concello de Beariz acaba de colocar una manga de manejo metálica, en una finca colindante con la carretera que pasa por el municipio, con la que pretenden capturar el ganado salvaje que marcha por las vías públicas y calles poniendo en riesgo la circulación. Esta es una de las muchas medidas que la administración local puso en marcha hace 10 años, cuando aumentó la presencia de las cabezas vacunas y equinas sin dueño identificado.

El coste de esta instalación asciende a cerca de 500 euros, que fueron aportados por el Concello con la colaboración de varios vecinos. Además del problema de seguridad que suponen, no cuentan con controles sanitarios, por lo que pueden contagiar otras reses enfermedades que impidan su comercialización.

Los servicios de protección civil, la guardia civil y personal municipal trabajan en la erradicación del ganado mostrenco apoyados por un convenio de la consellería de Medio Rural. Entre los años 2015 y 2016 consiguieron reducir de 100 a 20 las vacas mostrencas de la zona y durante el 2017 se retiraron 11 caballos, que fueron derivados a una explotación en Lalín, y otros 7 en el mes de diciembre.

En la actualidad, la presencia de este animal se reduce a una pequeña manada de 6. En el 2015 fueron sacrificados 4 toros calificados como peligrosos por las autoridades sanitarias de la Xunta de Galicia. La administración local quiso destacar lo difícil que resulta el trato con este tipo de bestias y la carencia de medios de los que disponen para afrentar el problema. La agrupación de voluntarios de Protección Civil registró 63 alertas por reses incontroladas durante el año anterior y, aunque su presencia se ha reducido en gran medida, las autoridades insisten en mantener la precaución.

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