Pretende evitar el caos que generan los estacionamientos en la plaza Irmáns Prieto y calle Norte
El acceso de automóviles a la calle Norte y a la plaza Irmáns Prieto se está convirtiendo en un quebradero de cabeza para la Concejalía de Tráfico de Carballiño, debido al continuo caos circulatoria que provoca. Así, este departamento municipal estudia en la actualidad una serie de medidas para poner en práctica en el próximo mes de septiembre y que conllevaría restringir la circulación desde la Alameda de la villa, única vía de entrada para llegar hasta la citada plaza.
Uno de los problemas más graves es el aparcamiento indebido de los vehículos en las áreas que están destinadas a peatones, así como en la zona reservada para carga y descarga de mercancías en la calle Norte, que incluso están dañando los pivotes de separación con las aceras. A todo ello se une la ubicación en el entorno de tres entidades bancarias y de la Plaza de Abastos de la villa, que generan un movimiento importante de clientes.
El concejal de Seguridad, Adolfo Nogueira, señala que "a solución idónea é reducir o tráfico, permitindo só o acceso ós residentes no barrio e ós vehículos de mercadurías, ademais de vixiar mellor esta zona". Por otra parte, y de acuerdo con la asociación de padres de alumnos, también se autorizará su entrada para trasladar en coche a sus hijos hasta el colegio concertado ubicado en la plaza Irmáns Prieto.
El departamento municipal ya había ensayado, el pasado mes de junio, un sistema de estacionamiento rotatorio en esta plaza mediante su señalización, de modo que los automóviles sólo podían aparcar durante 45 minutos. Un experimento que no resultó del todo satisfactorio, a pesar de el Concello tenía previsto ampliarlo a otros espacios públicos. Nogueira apunta que "conxuntamente coa Policía Local estamos a estudiar unha serie de medidas que repercutan nunha circulación máis fluída".
Así, una de las opciones que se baraja el gobierno municipal, y que tiene más posibilidades de llevarse a cabo, es permitir sólo el acceso desde la Alameda a los taxis, que poseen una parada antes de la calle Norte; a los coches de los vecinos que residan en la zona y a los de transporte de mercancías, ampliando la autorización a los vehículos de los padres del colegio, pero únicamente en los horarios de descarga y lectivos, respectivamente.
