La población ha crecido en 109 habitantes, pese a que los fallecidos superan a los nacimientos

Carballiño cuenta con siete centenarias, una de 105 años

 (Foto: Marcos Atrio)
María Cabo Adá tiene 105 años y es una de las siete centenarias que residen en el Concello de Carballiño. Es la mayor de todas ellas, seguida de otra mujer de 103, una de 102, tres de 101 y una de 100, según los datos del padrón municipal a 1 de enero de 2013, en el que no figura ningún hombre centenario, si bien hay uno de 99 años junto a otras cuatro mujeres también de la misma edad. En toda la provincia, son 240 los centenarios (46 hombres y 194 mujeres), según los datos del Instituto Nacional de Estadística a 1 de julio de 2013.

Pese a que se sigue manteniendo la tendencia de los últimos años con más defunciones que nacimientos, Carballiño creció en población, pasando 14.246 habitantes a 14.355, motivado fundamentalmente por el cambio de residencia, con 711 nuevos vecinos frente a los 504 que se dieron de baja.

De esta forma, las altas de residencia junto con los nacimientos, que fueron 113, suman un total de 824, a los que hay que restar los cambios de domicilio, los fallecimientos, que fueron 153, y otros 40 a los que le caducó la inscripción en el padrón y fue necesario suprimirlos del listado, completando 697 bajas en total a lo largo de un año.

Carballiño y Barbadás son los únicos concellos (excepto la capital) que superaron la barrera de los 100 nacimientos en la provincia. En la villa del Arenteiro, el número anual oscila entre los 71 y los 122 desde 1997, siendo el mejor año el 2010. A lo largo del 2012 vinieron al mundo 113 niños, superando en número a los 94 del año anterior y a la mayor parte de las anualidades, exceptuando el 2010 y el 2007, en que hubo 114.

La tendencia de crecimiento es lenta debido al envejecimiento, un problema de toda la provincia, por lo que los fallecimientos siempre superan a los nacimientos.

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(Entrevista con María Cabo Adá, 105 años de edad)

'Nunca he estado hospitalizada y sólo tomo una pastilla para la tensión'

María Cabo Adá vive con su hija en la localidad carballiñesa de Seoane. Es una mujer sana, muy optimista, y que presume de que el próximo 2 de julio cumplirá 106 años.

Bien, nunca he estado hospitalizada y apenas tomo medicamentos, sólo desde hace poco una pastilla para la tensión.

Trabajar en el campo, con las vacas. En tres ocasiones me he quedado debajo del carro y no sufrí ni un rasguño.

Como mucha fruta y leche y, aunque no me gustan los pasteles, me encanta el azúcar, se lo echó a casi todo, incluyendo el agua, porque el médico me recomendó beber mucha agua.

Duermo toda la mañana, siempre me ha gustado dormir, y después de comer rezo el rosario, siempre hay un difunto por el que rezar. El problema es que me he olvidado de los Misterios pero miro el libro y con los dibujos y la primera letra ya me acuerdo.

Siempre me ha gustado mucho leer, sobre todo de religión, pero también revistas y otros libros, el problema es que ahora me falla la vista.

Como cada año, con mis seis nietos y 11 bisnietos. Nos juntamos y hacemos una comida en la finca, pero yo en esta última fiesta ya no quise bajar. Ahora sólo me muevo por casa porque los años no pasan en balde y yo ya tengo muchos

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