Extrabajadores y carniceros también crearon una sociedad que busca capital para gestionarlo
El Clúster de la Carne de Galicia optará al concurso público que proyecta convocar el Concello de Carballiño para adjudicar las reformas que necesitan las instalaciones del matadero municipal y su posterior gestión. Así lo confirmaba el director general, Quino Muñoz, quien también puntualizaba que dependerá de si el Ayuntamiento realiza en este mes de julio la convocatoria, porque "nosotros queremos tener resuelto este asunto en septiembre; si hay concurso estamos dispuestos a presentarnos con nuestro proyecto, en caso contrario buscaremos otra salida", manifestaba en el sentido de que cabe la posibilidad que el clúster se decida por otras instalaciones fuera de Ourense.
"Aguantaremos este mes y el 29 tenemos una asamblea que será la que decida, por eso instamos al Ayuntamiento a que agilice la autorización ante la Xunta y saque el concurso", concluyó el Muñoz.
El alcalde, Argimiro Marnotes, confirmaba ayer que todavía no ha recibido la correspondiente autorización de la Administración autonómica, un requisito que es necesario cumplir por tratarse de un servicio que no es obligatorio para el Concello, aún a pesar de que las instalaciones son municipales.
La otra sociedad
Además del Clúster de la Carne de Galicia, también prevén optar al concurso cuatro extrabajadores del matadero a los que ya se han sumado cinco carniceros de la zona, que proyectan constituir una sociedad para tal fin. El portavoz, Paulino David Carou (uno de los matarifes), declaraba que todavía están buscando más socios, conscientes de que será necesario realizar una importante inversión antes de poner en marcha el servicio.
Hoy está prevista una reunión con el alcalde, "para que nos informe cándo convocará o concurso e que inversión será necesario facer, algo que se contemplará no pliego de bases como condición para ser adxudicataria".
Las instalaciones se cerraron a raíz de una explosión en la caldera de agua en septiembre de 2012. No obstante, el deterioro ha ido en aumento desde entonces, siendo objeto incluso de varios robos hasta que desapareció todo el cableado eléctrico junto con las tuberías de cobre. El proceso de reapertura se ha prolongado demasiado y ha pasado por varios cambios. Primero, se iba a hacer cargo la antigua empresa concesionaria, integrada por los carniceros de Carballiño, pero una deuda pendiente con el Concello impidió la renovación del contrato. Después, también se produjo un intento de los trabajadores decididos a formar una cooperativa y optar al concurso público que en aquel momento había anunciado el alcalde.
Sin embargo, en el pasado mes de noviembre, Marnotes daba un nuevo giro y presentaba junto con el Clúster de la Carne de Galicia un ambicioso proyecto. La concesión sería directa y la inversión rondaría un millón de euros. El proyecto se paralizó, cuando la secretaria municipal advirtió que con esa cesión el Concello perdería la propiedad.
