Carballiño celebra estos días una de sus festividades típicas de los meses estivales, con la que vuelve varios siglos atrás
La Praza da Veracruz retrocedió varios siglos atrás para presenciar un reñido combate medieval entre caballeros. Una cita que no puede faltar en cada edición de A Liorta, uno de los eventos tradicionales del verano carballiñés.
Pero además de espadas, la jornada matutina de ayer también estuvo protagonizada por las aves de rapiña del Salnés, que atrajeron la atención de mayores y pequeños. Ya por la tarde, la feria de artesanía se convirtió en el centro neurálgico de la villa, con productos gastronómicos y todo tipo de alhajas medievales.
Por si esto fuese poco, el grupo Celtius aportó la nota musical en las calles del casco antiguo y la compañía Tiruleque escenificó la obra "Historia torta acaba en liorta". Además, Circocido divirtió a los presentes con el espectáculo "A la brasa". Hoy, último día de A liorta, se espera mayor afluencia de público. La noche tendrá banda sonora propia, con la actuación de Carlos Núñez en el templo da Veracruz, dentro de su gira "Lugares máxicos".
