AGRESIÓN SEXUAL

Detenido un carballiñés acusado de violar a su asistenta

Según pudo saber este periódico, la mujer relató que la agresión se produjo cuando estaba limpiando muebles en una habitación

Un vecino de O Carballiño, de 49 años, fue detenido a primera hora de la mañana de ayer como presunto autor de un delito de agresión sexual a la mujer de 43 años que se encarga de limpiar su vivienda, situada en la misma villa del Arenteiro.

Según pudo saber este periódico, la mujer relató que la agresión se produjo cuando estaba limpiando muebles en una habitación. Aseguró que el detenido, que está separado y reside solo, aprovechó que estaba entretenida en su tarea para abalanzarse sobre ella hasta lograr inmovilizarla y consumar la agresión sexual, tras la que consiguió zafarse y, tras pedir ayuda, denunciar los hechos en el cuartel de la Guardia Civil.

Una patrulla acudió de inmediato al domicilio y procedieron a la detención del hombre, que inicialmente negó la agresión sexual   que se le imputa. Mientras, la víctima, que se dedica a realizar tareas domésticas entre los vecinos de O Carballiño,  sostiene todo lo contrario y, además declaró a los agentes, según pudo saber este periódico, que no tuvo posibilidad de escapar y tras romperle parte de las prendas que llevaba puestas la agredió en la misma habitación, llegando a la penetración.

Mutismo en la investigación
Los agentes mantienen una investigación abierta y en la tarde de ayer llevaban con total mutismo las pesquisas para esclarecer todos los hechos y determinar si agresor y víctima solamente mantenían una relación laboral. Al mismo tiempo, la mujer fue sometida a un reconocimiento médico en un centro sanitario, aunque en la jornada de ayer no trascendieron detalles del informe de los facultativos. 

Al parecer, la limpiadora llevaba varios meses trabajando en la casa del supuesto agresor, realizando tareas de limpieza y lavado de ropa en su vivienda.

El presunto agresor, tras negar los hechos en el cuartel de la Guardia Civil fue conducido a primera hora de la tarde de ayer al Juzgado de Instrucción de  la villa, donde permaneció prestando declaración durante más de una hora. Durante el interrogatorio, según pudo saber este periódico, volvió a  negar la agresión sexual.

La jueza ordenó su puesta en libertad, aunque en calidad de investigado y con la prohibición de no acercarse a la mujer en un radio de 300 metros. 

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