O CARBALLIÑO

Diez años de devoción a cuestas en Carballiño

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photo_camera La junta directiva de la Cofradía guarda los pasos hasta el año próximo.

La Cofradía de la Vera Cruz guardaba ayer sus pasos, poniendo punto y final a su décimo aniversario. Con vistas al año próximo ponen el listón muy alto,superando lo ya conseguido y declarar el templo como santuario.

Devoción y ganas de vivir la Semana Santa desde dentro son los únicos requisitos indispensables para formar parte de este grupo, la Cofradía de la Vera Cruz. Nació fruto de las ganas y del trabajo de un pequeño puñado de amigos, admiradores de la forma en que se celebran estas fechas en el norte de Galicia y en el sur de España. Querían convertir a Carballiño en un referente a nivel provincial y gallego, y en ello siguen hoy en día. Su evolución en estos diez años ha sido notable y cada vez tienen aspiraciones más altas. Su origen se remonta a septiembre de 2007, cuando 11 vecinos decidieron que, con el potencial religioso que tenía el municipio, tenían que conseguir el arraigo de estas fechas a un nivel mucho más amplio. En la primera procesión en la que participaron, la de 2008, salieron 35 cofrades y, a día de hoy, ya forman un nutrido grupo de 250 personas. El cofrade mayor, Rafael Melero, y el secretario, Celso Carballeda, recuerdan cómo fueron aquellas primeras procesiones, en las que el único paso era un Cristo en una urna de cristal. "Empezamos caminando y ahora nos encontramos a la carrera", aseguró Carballeda. 

Ser cofrade no tiene edad ni distinción de ninguna clase. En esta agrupación hay abogados, médicos, policías o gestores y, aunque la mayoría son de mediana edad, el integrante más joven tiene 3 añitos y la más adulta, 92. Y todas las manos, y hombros, son pocos. Cada año realizan una campaña de captación de nuevos cofrades para unirse a sus filas. "Lo más difícil de conseguir es asentar esta tradición entre la gente", afirmó Rafael Melero que hace especial hincapié en que "si no lo vives en primera persona no sabes lo que se siente de verdad".

El clima adverso no consiguió desmerecer todo el trabajo realizado. "Como buenos gallegos que somos, teníamos un plan b pensado en caso de lluvia", comentó Melero. Los actos programados para el Jueves y Viernes Santo, incluida la más importante de las procesiones, la de "Os Caladiños", se trasladaron al interior de la iglesia. "Parece que es algo sencillo, pero tenemos que coordinar a cerca de 400 personas entre cofrades, viudas, penitentes y bandas de música", comentaron.

En la jornada de ayer, la última de celebración de esta Pascua, el grupo guardaba los pasos hasta el año próximo. Pero su trabajo no cesa. Desde hoy mismo comienzan a preparar la Semana Santa de 2019 y su objetivo es intentar superarse año tras año. Según comentó Celso Carballeda, están trabajando para conseguir la declaración de santuario para el templo de la Veracruz y, además, quieren configurar una escolanía de niños entre los 3 y los 12 años, liderada por el director del Orfeón carballiñés, Christian Casas.

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