INCENDIO FORESTAL

El incendio de Boborás amenazó viviendas 
y movilizó al Ejército

photo_camera La UME se sumó al operativo de extinción. (MARTIÑO PINAL)

El fuego se extendió al municipio de O Irixo y había calcinado anoche 185 hectáreas. También ardieron 35 hectáreas de arbolado en Lobios y otras 6 en Nogueira de Ramuín

Los concellos de Boborás y O Irixo sufrieron el primer gran incendio de la provincia en lo que va de año. El fuego se iniciaba a las 15,50 horas de la tarde del día 29 en las inmediaciones de la vía de ferrocarril, pocos minutos después de que pasara un tren, por cuyo motivo los vecinos del entorno sospechan que el fuego prendió a consecuencia de las chispas de frenada, que pudo ser la causa de los cuatro focos activados. La parroquia de Xurenzás y el entorno de la localidad de Xuvencos fueron las zonas más afectadas inicialmente, extendiéndose ya de noche hacia Irixo, ardiendo el monte en Corneda y acabando ayer por la mañana en Readigos, en donde finalmente, en torno a las 13,30 horas, se daba por controlado.

Hasta primera hora de la noche, se habían quemado 185 hectáreas de monte y el fuego puso en peligro tres casas en el municipio de Boborás en la medianoche del lunes, y en el pueblo de Matelo (O Irixo), alcanzando las llamas los jardines de varias viviendas, llegando hasta las puertas de entrada, y también muy cerca de una nave de carpintería en Souteliño.

La intervención de los equipos de extinción y la colaboración de los vecinos que apagaban el fuego con mangueras y cubos, evitaron que alcanzara las viviendas y la nave de carpintería, aunque no pudieron evitar que arrasara las 185 hectáreas de monte raso, principalmente, debido a la sequedad del terreno y a las altas temperaturas.

En este incendio resultó herido leve un guardia civil, que necesitó asistencia sanitaria, aunque recibió de inmediato el alta médica.

En la extinción participaron cuatro técnicos, 11 agentes forestales, 15 brigadas,s iete motobombas, dos palas, tres helicópteros y dos aviones, además de 60 efectivos da Unidade Militar de Emerxencias (UME) con seis motobombas y dos nodrizas, que se alojaron en el pabellón de deportes de Boborás. En la tarde de ayer, los efectivos del UME, entre otros equipos forestales, todavía se mantenían alerta, vigilando el monte con el fin de impedir que resurgieran las llamas.

Fueron dos días y una larga noche de gran tensión e intenso trabajo para los equipos de extinción y para los vecinos de los pueblos afectados de Boborás y O Irixo, que se mantuvieron en vela y alerta durante todo el tiempo en que se prolongó la amenaza sobre sus viviendas.

Sin embargo, aunque fue el mayor de los incendios, no ha sido el único en la provincia, ya que el fuego también prendió el pasado lunes en la parroquia de Grou, en Lobios. Empezó a las 18,07 horas y quedó extinguido a las 22,20 horas de ayer, afectando a una superficie forestal de 35 hectáreas. Intervinieron siete agentes forestales, 11 brigadas, nueve motobombas y dos helicópteros.

Otro incendio más pequeño se registraba ayer en Nogueira de Ramuín, en donde se quemaron, según las primeras estimaciones de la Consellería de Medio Rural, entorno a seis hectáreas de monte, y que fue extinguido por dos agentes forestales, cuatro brigadas, cuatrro motobombas y dos helicópteros. Según los responsables de la consellería, el fuego se aproximó a algunas casas de Lobios, si bien no ocurrió lo mismo en Nogueira de Ramuín, en donde el peligro fue menor.

La conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, recordó ayer la obligación de los propietarios de mantener el perímetro de protección de las casas y construcciones. Quintana llamó a la ciudadanía a la colaboración para superar el estado de abandono que tienen determinadas fincas al lado de las viviendas y que complica los trabajos de extinción. La responsable de Medio Rural subrayó que Galicia es "la Comunidad en la que más esfuerzos se hacen en la lucha contra el fuego para tener un buen servicio de prevención y extinción de incendios", por lo que pidió tranquilidad a la población.

El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, sospecha que los incendios de Boborás, Teo (A Coruña) y Sober (Lugo) fueron provocados.

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