Reventó una caseta de hormigón que, con el agua y las piedraas, dejaron un rastro desolador en el entorno
Gas Natural - Fenosa aseguró ayer que la rotura de la tubería que encauza el agua del río Arenteiro hacia la central hidroeléctrica de Cabanelas se debió a un fallo mecánico en el tramo de bifurcación de la referida tubería, que resultó dañada en distintos puntos. Por ese motivo, la compañía anuncia que se realizará una revisión de toda la conducción hidráulica.
La avería produjo un reventón en una de las estructuras de hormigón que reviste la canalización en varios tramos, por cuyo motivo, además del agua que salió con gran presión al exterior, también saltaron grandes pedazos de hormigón, arrastrando la tierra, rocas y partiendo los árboles que encontró a su paso. Las instalaciones de la central, no obstante, no sufrieron ningún daño, pese a que la rotura se produjo a 100 metros de distancia. La brigada de emergencias de Carballiño, GES de Ribadavia y Guardia Civil también comprobaron que nadie resultó herido, teniendo en cuenta que es un paraje frecuentado por pescadores y vecinos.
La central, según informa Gas Natural - Fenosa, estaba cerrada, ya que al igual que otras dejan de funcionar por el estiaje de los ríos, de tal forma que se aprovechará esta paralización para realizar las reparaciones. Técnicos de la Xunta de Galicia y de la Confederación Hidrográfica inspeccionaron la zona, tomando muestras para comprobar la calidad de las aguas, informando que no existe turbidez ni resultó afectada la población piscícola. En cuanto a la pérdida de agua, señala la compañía que a raíz del fallo mecánico se activó la válvula de cierre de forma automática, por cuyo motivo solamente se perdió el contenido de la tubería.
El entorno de la central presentaba ayer un aspecto desolador debido al rastro que fue dejando el agua a través del monte. La compañía colocó vallas con la señal de prohibido el paso, además de disponer de un guarda de seguridad.
