Los socialistas quedaron a tan sólo 135 votos de lograr la mayoría absoluta, lo que le obliga a gobernar con sus ocho ediles o a pactar con otras formaciones políticas.
El PSdeG en Carballiño quedó a tan sólo 135 votos de lograr la mayoría absoluta, lo que le obliga a gobernar con sus ocho ediles o a pactar con otras formaciones políticas. Durante parte del escrutinio, socialistas y populares lucharon por la mayoría que finalmente se decantó por el PSdeG. El BNG declaraba ayer que está pendiente todavía de consultar en asamblea, aunque "é casi imposible chegar a un pacto con ningunha outra organización política, porque os cidadáns cos votos dinnos que prefiren que traballemos na oposición".
Ante este posicionamiento de los nacionalistas, que han conseguido dos concejales, al aspirante a la Alcaldía, Paco Fumega, le queda como posibilidad más factible llegar a un acuerdo con el único edil de Alternativa Carballiño, Bernardo García, que formará parte por primera vez de la Corporación municipal, aunque ya fue concejal por el BNG y dirigió el área de Medio Ambiente con el gobierno bipartito del PSdeG y BNG. Bernardo García considera que los resultados "foron os mellores porque non hai maiorías", aunque también condiciona la posibilidad de pactar a la decisión de la asamblea de su formación, insistiendo en que "non hai nada decidido".
Paco Fumega, sin descartar gobernar en minoría, está dispuesto a hablar con el BNG y Alternativa Carballiño. "Estou aberto a todos os que se sumen ó proxecto de recuperar o Carballiño", si bien, también se mostró cauto sobre un posible pacto porque "depende do que esixan e si están dispostos a formar parte do goberno, xa que agora descoñezo a súa disposición".
Se inicia así un periodo de diálogo por parte de los socialistas con esas dos formaciones, descartando el acuerdo con el PP, que pasará a liderar la oposición, con el que todavía es alcalde en funciones, Argimiro Marnotes, tras perder tres concejales en estos últimos comicios del total de nueve con los que gobernó cómodamente durante los últimos cuatro años. Fumega considera que el apoyo de los ciudadanos, "foi o resultado dos catro anos traballando na oposición e tamén dunha boa campaña para a que contei cun equipo entregadísimo, que pateou casa a casa tódolos pobos e na propia vila".
En lo que atañe a los resultados, hay que destacar un incremento de la abstención respecto a las elecciones del 2011, que había sido del 28,09%, alcanzando ahora el 31,50% (3.656 personas no votaron).
