ENTREVISTA

“Gavilán desaparece debido a la nueva ley de arrendamientos"

photo_camera Cesar Veleiro Alemparte, en su tienda Gavilán Moda (MARTIÑO PINAL)

César Veleiro Alemparte, propietario de Gavilán Moda

El comercio Gavilán Moda desaparece. Se trata de un emblemático y tradicional establecimiento anterior a la Guerra Civil Española y que desde 1946 pertenece a la familia de Cesar Veleiro Alemparte, quien confirmó que cierra a mediados de este mes de noviembre

Se comenta que en realidad no es un cierre, que es un traslado de ubicación. No, Gavilán desaparece debido a la nueva Ley de Arrendamientos que obliga a hacer un nuevo contrato y no hubo acuerdo con los propietarios. Lo que vamos hacer es montar una empresa nueva: Manda Nabo, que será una sociedad, que nada tiene que ver con este comercio y que se dedicará a la rotulación, ropa laboral y personalizada.

¿Cuándo empezó a trabajar de comerciante?

Tenía 15 años y ya ayudaba a mis padres cuando salía de clase, recuerdo que la primera venta que hice fue una faja a una señora. Mi padre heredó el negocio de María Gavilán y sus hermanos, porque no tenían hijos, y lo dirigió hasta 1971, continuando después mi madre y hace siete años me hice yo cargo. No puedo concretar cuando se fundó pero me consta que es anterior a la Guerra Civil.

¿Ha cambiado mucho?

Empezó con la venta de telas, después pasó a ser de confección y en los últimos años, adaptándose a los tiempos, es ahora más especializado en lencería y corsetería y también en camisetas personalizadas.

A lo largo de su historia ¿hubo algún artículo que sorprendiera por sus ventas?

 Sí, fue a principios de los 80, las famosas coreanas, no había niño ni joven que no tuviese una.

¿Cómo ve el futuro del comercio en Carballiño?

No lo veo mal. El futuro está en especializarse, en adaptarse a las nuevas circunstancias y a lo que pide la gente, ofreciendo algo nuevo. Si pretendes tener de todo, no tie- nes de nada. Ya hay tiendas especializadas, pero queda por hacer.

Pero están cerrando muchos locales, ¿no cree?

Por la crisis, por los alquileres desproporcionados para un pueblo como Carballiño, en el que se paga un mínimo de 1.000 euros y tengo oído que algunos llegan a 2.500, no sé si es cierto. También es mayor la competencia, la gente se desplaza por ocio, hay mejores comunicaciones y también hay menos emigrantes de vacaciones, que antes no preguntaban por el precio de los artículos. Ahora son menos y tienen una oferta más variada.

¿Cuáles serían las soluciones?

El comercio tiene que reinventarse y ser participativo, hacer campañas con propuestas atractivas, buscar la colaboración del Concllo, como, por ejemplo, adecuar los horarios del transporte para que venga gente de fuera, y también para organizar actividades todo el año como jornadas gastronómicas sobre el pulpo o competiciones deportivas, entre otras iniciativas. 

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