REPORTAJE

Huerto de niños y mayores

photo_camera Escolares y mayores participaron en el encuentro intergeneracional, en el colegio de Maside (MARTIÑO PINAL)

Los escolares de Maside agradecieron ayer a los mayores de la residencia La Casa Grande el cuidado que prestaron a su huerto durante el verano. Los alumnos cultivan desde hace un año todo tipo de hortalizas

El CPI de Maside celebró ayer el Samaín de una forma poco usual, reuniendo a sus 250 alumnos, 35 profesores y un buen número de personas mayores de la residencia La Casa Grande (Fundación San Rosendo) para participar en un encuentro intergenacional. Fue un acto emotivo y muy divertido, en el que se desarrollaron algunas actividades culturales y durante el cual el colegio agradeció a los mayores la colaboración prestada durante el verano en el cuidado de su huerto.

Allí estaban Adelaida García, Lucrecia Valencia y Julio Dantas, junto con la directora de su residencia, María José Rodríguez, como las principales protagonistas de este acto y a las que se les reconoció el trabajo realizado en la huerta durante dos días a la semana coincidiendo con el periodo de vacaciones. "El huerto está fenomenal, gracias a ellas, por eso les estamos muy agradecidos", señalaba el director del colegio, Luis Veloso. Las tres mujeres cuando faltaba la directora para trasladarlas hasta el colegio, recurrían a cualquier vecino, pero no se perdieron ninguna jornada de trabajo. Por ese motivo, los niños les entregaron ayer de regalo las mermeladas que ellos mismos elaboraron con los productos que han cultivado.

La iniciativa se ponía en marcha hace dos años con una pequeña superficie de plantas aromáticas en el jardín interior del centro, pero el año pasado, gracias al entusiasmo de la profesora de Infantil, se decidieron a solicitar un terreno más grande al Concello de Maside, que lo cedió gustoso para crear un huerto en el que no falta de nada: cebollas, patatas, sandías, lechugas, tomates, repollos y muchos otros cultivos.

Todo el colegio se ha implicado, incluso los estudiantes de Secundaria a los que en principio fue necesario dar un empujoncito, pero que ahora trabajan encantados en las labores del campo. "Cada equipo sabe lo que tiene que hacer, dependiendo de la época del año, realizando los trabajos necesarios por turnos, y participando todo el colegio incluidos los de Infantil", explica el director.

Para su preparación contaron con la colaboración del IES de Vilamarín. El Concello puso a su disposición en torno a 100 metros cuadrados, que fue necesario vallar, además de acondicionar la tierra para poder cosechar. Y el resultado ha sido todo un éxito hasta el punto de que ya está en proyecto pedir una ampliación del terreno al Concello para aumentar la producción, que este año, aunque en pequeña cantidad, ya se pudo degustar en el colegio.

Julia Dantas, de 74 años, es una de las colaboradoras, y se mostraba "encantada de la vida" y con el deseo de "repetir para el próximo verano". Aseguró que no fue un trabajo excesivo y que con esta experiencia rememoró su vida personal y profesional, ya que "siempre he trabajado en el campo para criar a mis hijos".

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