El Concello tendrá una reunión con los residentes y hosteleros para presentarles esta iniciativa
El acceso de automóviles a la calle Norte y a la plaza Irmáns Prieto sigue siendo un problema en el municipio carballiñés a pesar de todas las medidas llevadas a cabo para evitar el estacionamiento en una zona destinada a peatones. Actualmente, la administración municipal junto con la Policía Local estudian incorporar un sistema innovador de lectura de matrícula que controlará la entrada y salida de vehículos en la zona. Las cámaras se colocarían a la altura de la pastelería que hace esquina y en el acceso a la plaza de abastos y se elaboraría un listado con las matrículas que tendrían acceso y el programa las detectaría de forma automática. En caso de acceso de personal no autorizado o de incumplimiento del horario establecido, el sistema generará una sanción. Antes de tomar la decisión final tendrá lugar una reunión con los vecinos y hosteleros de la zona para presentarles el proyecto.
El concelleiro de Tráfico, Adolfo Nogueira, afirmó que si la idea funciona "se podría extrapolar a otras calles problemáticas". Además, comentó que en este momento se encontraban comparando presupuestos y que se trata de un sistema "muy innovador pero nos parece una buena opción". Destacó que esta es una zona con una gran densidad de tráfico a pesar de ser peatonal y que "toda medida de seguridad es poca tratándose del entorno a un parque infantil".
Soluciones fallidas
Las principales causantes de esta problemática son las dos entidades bancarias de la zona, que causan un colapso en la circulación y estacionamiento. Además, las horas punta de entrada y salida del centro concertado CPR Plurilingüe Sagrado Corazón son también conflictivas durante la jornada.
Algunas de las medidas previas pasaban por limitar el acceso a los taxis; a los padres de los alumnos del centro concertado y los transportes de carga y descarga. En junio de 2016, la administración local puso en marcha un sistema de estacionamiento rotativo que reducía el tiempo de aparcamiento a 45 minutos. Todas estas medidas no tuvieron el efecto deseado y se optó por una iniciativa más radical; en la esquina frente a la entrada de la entidad bancaria se colocó una barandilla que impide el estacionamiento, además de tres bancos de piedra fijados al suelo.
