Achacan la caída de huéspedes, un 20%, a la información engañosa que se da a los caminantes
Los monjes de Oseira aseguran que se está boicoteando el paso de los peregrinos por su monasterio. Constatan que este año ha descendido su número casi un 20% y lo achacan a que se está haciendo mala publicidad de su albergue y de las dificultades del Camino Real. El hermano Luis, que se encarga de recibir a los turistas y peregrinos, contando con el refuerzo de un empleado, señalaba que "desconocemos quien lo hace, aunque sospechamos que tiene que ver con algunos negocios interesados en que elijan la ruta de Piñor". El monje asegura que "lo sabemos con certeza porque hay peregrinos que se sorprenden de lo bien que está el albergue, del que aseguran que les habían dicho que estaba en muy malas condiciones y que ni tan siquiera tiene agua".
La lucha por la autenticidad del Camino había sido muy intensa en el 2010. Por entonces, se colocaban y arrancaban señales con flechas indicando las dos alternativas y se hacía de noche, lo que llevaba a la confusión entre los peregrinos, que en muchos casos elegían la dirección no deseada.
La Xunta tuvo que intervenir, señalizando ambos trayectos, que si bien por Piñor es el auténtico de la Ruta de la Plata, no es de menor importancia el Camino Real de Oseira, con un desvío de 10 kilómetros que tradicionalmente realizan muchos peregrinos.
Aunque la señalización de la Xunta se mantiene, han surgido en el entorno del campo de fútbol algunas flechas contradictorias que desconciertan a los peregrinos. La propietaria del único bar de Oseira, Enma Vázquez, lo corroboraba, "pintaron unas flechas amarillas hace varios meses y ya se han dado algunos casos de extravío". Un peregrino que quería venir a Oseira hizo 4 kilómetros de más y siguió el trayecto de la carretera en lugar de los senderos por culpa de esas señales". Ella también afirma que este año hay menos afluencia y coincide con los monjes en el motivo.
Que muchos peregrinos siguen hacia Piñor ya sea porque se equivocan o porque lo eligen voluntariamente es un hecho, ya que el encargado del albergue de Cea, contrariamente a lo que dicen los monjes, asegura que este año hay mucho más movimiento, pasando por la localidad más de 3.000 personas en lo que va de año.
