INAUGURACIÓN

El Parque de San Cibrao atrajo a más de 300 personas en su día de apertura

El primer grupo guiado del parque, en pleno recorrido entre las construcciones que jalonan  el conjunto de San Cibrao de Lás (JOSÉ PAZ)
photo_camera El primer grupo guiado del parque, en pleno recorrido entre las construcciones que jalonan el conjunto de San Cibrao de Lás (JOSÉ PAZ)

La mayor parte de los visitantes se acercó hasta el conjunto arqueológico por la tarde, en grupos de amigos y familias.

Más de 320 personas se desplazaron a lo largo de la jornada de ayer hasta el Parque Arqueológico de San Cibrao de Las en su primer día de apertura al público. Esta cifra "nos da mucho ánimo de cara al futuro", señalaba a última hora del día Jorge Sayáns Iglesias, gerente del recinto.

El buen tiempo acompañó y el sol estuvo presente durante toda la jornada, lo que hizo pasar calor a la mayor parte de las personas que acudieron ayer esta este yacimiento arqueológico, ubicado en el concello de SanAmaro. Por la mañana la afluencia fue tímida y apenas medio centenar de personas se llegaron hasta la zona. Pasadas las 11,30 horas partía el primer grupo con guía que se adentraba en la fortaleza castrexa.

Una docena de personas, guiadas por Alexandre Paz, que primero se sumergieron en la cultura castrexa, plasmada en el centro de interpretación que sirve de introducción en el Parque para el visitante, un espacio imponente, con un interior cuidadosamente diseñado y en el que el visitante hace un recorrido por los orígenes del castro, su historia, que se prolongó entre los siglos II antes de Cristo y II después de Cristo, y la forma de vida de sus pobladores.

Luego, el recorrido por el castro, con frecuentes paradas en las que el guía explica las características y funciones de cada construcción, de los detalles del territorio que ocupaba, comprobando sobre el terreno lo asimilado inicialmente en el centro de interpretación. Hora y media por término medio, que finaliza al pie de la muralla exterior del recinto, precisamente en la zona expoliada entre los años 60 y 80 del siglo pasado, "cuando se llevaron camiones llenos de piedra para hacer zahorra".

Por la tarde se animó el ambiente y según el gerente, Jorge Sayáns, el parking del complejo se quedó pequeño y los coches tuvieron que aparcar en las carreteras y caminos existentes en las inmediaciones. Muchas familias y grupos de amigos se decidieron a disfrutar de la tarde desplazándose hasta San Cibrao, además parejas y visitantes individuales.

Se llegaron a formar varios grupos con guía, compuestos cada uno de ellos por 35 personas y "mi impresión -señala Sayáns- es que salieron muy contentos, sobre todo por el centro de interpretación, porque el castro la mayoría ya lo conocían". El conjunto está atendido por once personas, jóvenes en su gran mayoría, que fueron templando los nervios del primer día a medida que avanzaba la jornada y que hoy afrontarán su segundo día "cargados de ánimo e ilusión", según señala el gerente.

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