La decisión se tomará la próxima semana y no se estableció canon alguno
Tres concursantes optan a gestionar las cuatro casas rurales que ha rehabilitado el Concello de Boborás en Pazos de Arenteiro declarada Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural. Aunque la expectación que generó la oferta de las autoridades municipales fue grande, llegando a contactar con el Concello en torno a una veintena de interesados, de los que un buen número llegó incluso a visitar los inmuebles, finalmente, sólo han cuajado tres propuestas.
El alcalde, Cipriano Caamaño, considera que es suficiente para hacer la adjudicación a la oferta más interesante para explotar las casas con fines turísticos. Con tal motivo, anunció el regidor que la mesa de selección, integrada por técnicos municipales, la secretaria y representantes del grupo de gobierno, procederá en la próxima semana a abrir las propuestas para elegir la más conveniente.
De los cuatro inmuebles, dos tienen cuatro y cinco habitaciones dobles respectivamente, un tercero está conformado por dos apartamentos en un mismo edificio con dos y una habitación y, finalmente, la cuarta casa se convertirá en un establecimiento de hostelería, por no reunir las condiciones para ser hotel o pensión rústica.
diez años
La concesión será por 10 años prorrogables y el Concello no ha fijado ningún canon, que podrán ofertar los interesados o se podrá negociar con posterioridad. El objetivo principal del equipo de gobierno consiste en adjudicar la explotación siempre que la propuesta sea los suficientemente interesante para relanzar la aldea como zona atractiva para el turismo. Cipriano Caamaño insiste en que no se persigue ninguna rentabilidad sino que la gestión sea un éxito.
En cuanto a la reducción del número de propuestas, pese al interés inicial que suscitó la convocatoria del concurso público, el regidor declaraba que "pienso que no están los tiempos para muchos gastos, la gente no quiere arriesgar aunque sólo hay que hacer pequeñas reparaciones".
La rehabilitación de las casas se inició hace unos 20 años por parte del Concello, cuyo alcalde siempre ha insistido que la recuperación de los inmuebles era una prioridad y que la explotación será un valor añadido.
