Cuatro peregrinos la encontraron a la altura de Cea, cuando regresaban a medianoche de Santiago
Antonio Taboada junto con otros tres compañeros, miembros del "Club Muerte y Destrucción" de ciclismo, de Carballiño, sufrieron en la medianoche del pasado jueves una inquietante experiencia que pudo haberles acarreado consecuencias muy graves. A escasos 300 metros de la carretera Santiago-Ourense, en la localidad de Covas, en el municipio de Cea, casi tropiezan con un alambre de espino atravesado en el camino por el que descendían en bicicleta. La luz de los cascos y de las propias bicicletas y el hecho de que circulaban a poca velocidad por ser de noche les salvó de un accidente al percatarse del reflejo de la luz en el alambre.
Ocurrió en un tramo del Camino de la Plata. Los cuatro amigos salieron de Cea a las 7,30 horas y realizaron la ruta hasta Santiago, para regresar de nuevo el mismo día a Carballiño. El viaje de ida transcurrió con normalidad, pero a la vuelta se encontraron con el alambre sujeto a dos árboles, a ambos lados del camino, de unos dos metros de longitud y colocado a la altura de la cintura.
"Pensamos que puede haber alguien que quiere perjudicar a los ciclistas porque si nos despistamos o bajamos a más velocidad no nos librábamos, mientras que un caminante es más fácil que lo vea", apuntaba Antonio Taboada.
Los ciclistas califican de extraño lo ocurrido, asegurado que han pasado por ese trayecto en muchas ocasiones, aunque siempre de día, y nunca les ha sucedido nada parecido. Asimismo, consideran que es grave, porque está muy transitado por los peregrinos y con casas situadas a apenas 50 metros de distancia.
Los ciclistas pusieron en conocimiento de los hechos a la Guardia Civil de Cea, que se desplazó a la zona para inspeccionar la trampa en el Camino de Santiago.
Preocupación en la provincia
No es la primera vez que los ciclistas se encuentran con auténticas trampas en los caminos que más frecuentan. Lo más habitual son los alambres de espino, pero también han topado con tablones con clavos en algunas ocasiones. En la comarca de Carballiño se han producido otros casos, el último a finales del pasado mes de junio en los montes de Brués, en el municipio de Boborás. Nelsón José Cardoso Costa y Bruno Da- niel Dasilva también se toparon con un alambre de espino atravesando una pista forestal en la que habitualmente se practica mountain bike. Ambos miembros del Club Os Mosqueteiros de Carballiño también vieron la trampa a tiempo de evitar el accidente. Ellos informaron a la Guardia Civil, quien confirmaba más tarde que era por entonces el único caso del que había denuncia oficial en la provincia de Ourense.
No obstante, puede que no existan denuncias, pero los ciclistas alertan sobre la proliferación de este tipo de trampas en los caminos más transitados. Así, los miembros de Os Mosqueteiros se habían referido a otros casos en Carballiño y en Noalla, en donde se habían colocado tablones con clavos.
Fuentes del Club Ciclista Dúas Rodas de Ourense también alertan del aumento de los alambres de espino en otros caminos. Aseguran que es muy frecuente y que muchos ciclistas son testigos de lo que está ocurriendo en distintos lugares de esta provincia.
Los ciclistas desconocen las circunstancias que mueven a los autores de estos hechos, aunque se inclinan por pensar que sólo buscan hacer daño
