Los vecinos aguardan una solución o adoptarán nuevas medidas.
Los vecinos de Punxín decidieron ayer continuar el encierro en la Casa Consistorial y esperarán hasta mañana una respuesta de las administraciones de las que han solicitado que intervengan en el conflicto para negociar el precio del agua con el alcalde, Manuel Vázquez. De no producirse una respuesta satisfactoria, los vecinos anuncian que adoptarán otras medidas de presión, aunque por el momento no han querido desvelar en qué consistirán.
Ayer por la tarde se reunieron en el Concello, en donde mantienen el encierro las 24 horas del día haciendo turnos desde el pasado 28 de marzo, y han tomado decisiones que "faremos públicas o martes pola mañá se non recibimos unha resposta das administracións", indicó el portavoz, Joaquín Moldes, refiriéndose a la Delegación Territorial de la Xunta en Ourense, a la Diputación, a la Subdelegación del Gobierno y a la Alcaldía de Punxín, con cuyo titular desean negociar una rebaja de la tasa que, según afirman ha subido un 300%.
La recomendación del Valedor do Pobo al Concello para que actúe de urgencia y oficio y reclame a la anterior empresa concesionaria del servicio (Aquagest) la devolución del dinero cobrado indebidamente por el agua contaminada con arsénico en tres localidades, ha supuesto una inyección de ánimo para los vecinos. No obstante, Joaquín Moldes aseguraba que se sienten decepcionados ante la falta de respuesta tanto del alcalde como de las administraciones. "O alcalde non pode irse de vacacións e deixar pechados ós sues veciños e si as administracións non fan nada non podemos deixar que a xente se esté agotando psicolóxicamente e físicamente, a xente estase derrumbando", concluyó.
El alcalde, Manuel Vázquez, no ha querido sentarse a negociar con los vecinos, tras el intenso debate del pleno del pasado 28 de marzo en el que su grupo rechazó la propuesta de rebajar la tasa. Según las estimaciones de Secretaría e Intervención, el coste del servicio, una vez que pasó a ser municipal, rondaría los 77.150 euros, bastante más que los 45.759 euros que señala el estudio económico realizado por los vecinos. Por ese motivo, Vázquez proponía esperar a octubre para saber el coste real, algo que no aceptaron los vecinos, que siguen encerrados.
