Un familiar encontró flotando el cadáver en el agua del arroyo, que apenas tiene un metro de profundidad
Gerardo S.V., vecino de Vilar de Condes (Carballeda de Avia) de 61 años, fue hallado ayer muerto, flotando sobre el agua de un arroyo en los alrededores del pueblo. El fallecido estaba siendo buscado por familiares y vecinos al no regresar en la noche del pasado domingo a su vivienda.
El cadáver, en el que inicialmente no se observaban lesiones graves, fue trasladado al Complexo Hospitalario Universitario (CHUO) para realizar la autopsia y conocer las causas de la muerte, si fue violenta o si pudo resbalar en una piedra y ahogarse mientras tomaba un baño. La Guardia Civil mantenía ayer abiertas todas las hipótesis, incluida la de que se hubiera quitada la vida por voluntad propia.
Gerardo S.V. fue visto durante la jornada del domingo por vecinos y familiares, -hermanos con los que residía-, pero al caer la noche no regresó a casa y la situación comenzó a alarmar a los residentes, que improvisaron un dispositivo de búsqueda por el pueblo y alrededores. El fallecido tenía problemas de salud y a su familia le preocupaba que pasara la noche a la intemperie.El rastreo, que se prolongó hasta la madrugada, no dio fruto hasta media mañana de ayer, cuando un tío suyo halló el cadáver flotando sobre el agua de un pequeño arroyo, en la misma localidad.
El fallecido, según pudo saber este periódico, solo llevaba puesta la ropa interior. El resto de las prendas estaba colocada de forma desordenada en una orilla, a escasa distancia. El familiar alertó a la Guardia Civil, acudiendo al lugar una patrulla, así como efectivos del Grupo Supramunicipal de Emergencias de Ribadavia (GES) y de Protección Civil de Carballeda de Avia. También se desplazaron autoridades judiciales, que ordenaron sobre el mediodía el levantamiento del cadáver y su traslado al CHUO para realizar la autopsia. El cadáver presentaba pequeños rasguños en la cara y tórax, que inicialmente atribuyeron a golpes contra la ramas y piedras. El arroyo apenas tiene profundidad en todo su recorrido. En la zona en la que fue localizado el cadáver, el nivel del agua del arroyo apenas alcanza el metro de altura.
