La función religiosa la celebraba este ayuntamiento en nombre de la villa en el convento de nuestro señor Santo Domingo, con presencia de la justicia y regimiento, siendo la corporación quien costeaba las velas o candelas que los individuos acostumbran a llevar
La fiesta de La Candelaria vinculada al convento dominico, figura documentada desde finales del siglo XVIII hasta los años cuarenta del pasado siglo. La función religiosa la celebraba este ayuntamiento en nombre de la villa en el convento de nuestro señor Santo Domingo, con presencia de la justicia y regimiento, siendo la corporación quien costeaba las velas o candelas que los individuos acostumbran a llevar. Dicha liturgia se mantuvo con su pompa y la asistencia de las autoridades, hasta el cierre del templo en la Desamortización.
Por su fecha, el 2 de febrero, conmemoración de la Purificación de la Virgen, era la primera fiesta del año y sus actos profanos celebraban que el invierno, superando su ecuador, contaba ya con dos horas más de luz, que estaban simbolizadas por las velas. Toda esta conjunción de ritos cristianos y profanos, en mi remota infancia, nos la resumían diciéndonos que el día de la Virgen de la Candelaria es cuando se casan los pajaritos.
Por la prensa local sabemos como resultaban estas celebraciones en la década de los treinta. Los bailes en las sociedades eran muy animados, con gran concurrencia de forasteros y constituían todo un ensayo para los inmediatos carnavales. El semanario local El Ribadaviense (1931) informaba entonces: Mañana celebrará El Club su tradicional baile de La Candelaria que promete resultar grandioso. Junto a las sociedades recreativas, las empresas de cine organizaban también su correspondiente asalto-baile.
El Salón Principal (1936) anunciaba: El próximo día 1 baile de Las Candelas por la orquesta Follas Novas, y el Cine España hacía lo propio: Baile de Las Candelas con la célebre orquesta Carrera. Dicho conjunto, creado en 1932, estaba formado por jóvenes de la villa, músicos entusiastas, que interpretan magistralmente de forma impecable, cuantas partituras llevan al atril, y dirigen los notables músicos don José Carrera y don Sixto Sánchez. Fue precisamente en el Cine España donde, con motivo de las fiestas de La Candelaria, el cuadro lírico que dirige el maestro Brage, puso en escena la preciosa zarzuela del maestro Chapí titulada La Revoltosa. El público aplaudió constantemente el final de cada cuadro.(…) Cooperó la banda de música La Lira.
Es en los años cuarenta cuando los testimonios orales y escritos, señalan el final de estos bailes. Actualmente la iglesia mantiene la liturgia de la Purificación con la bendición de las velas y el refranero nos recuerda que al día siguiente “por San Blas una hora más”, pero el cambio climático que todo lo trastoca dejó a los pajaritos de mi niñez sin su boda.
La foto de Chao tomada en el jardín del Club nos muestra a modo de cartel publicitario, el elenco del cuadro lírico compuesto por gentiles jóvenes de la villa, dirigido por el maestro Brage. En esta ocasión son los intérpretes de La verbena de la Paloma, quienes como recoge la crítica del momento (…) Más que aficionados al arte de Talía, se les puede calificar como destacados profesionales. Todos los números anunciados como fin de fiesta fueron presentados y ejecutados magistralmente. Con ello cooperó la banda de música La Lira.
