A JUICIO

Capó al perro que montó a su perra: ‘Estoy muy arrepentido'

Será juzgado hoy por un delito de maltrato animal ya que fue denunciado por el dueño del animal

Un vecino de la localidad de Francelos, en Ribadavia, será juzgado hoy por un delito de maltrato animal, tras cortarle el pene con una navaja a un perro llamado Shin Chan. Ocurrió en la tarde del pasado domingo, cuando Enríque Delgado, de 52 años, regresaba de la Feira do Viño do Ribeiro, y se encontró con el animal apareando a su perra, que estaba en celo y se había escapado de la casa. "No sé lo que me pasó por la cabeza, venía algo mareado de la feria y cometí una barbaridad de la que estoy muy arrepentido", declaraba ayer Enrique Delgado.

Este vecino, natural de Xinzo, pero afincado en Francelos desde hace 10 años, aseguró que le gustan mucho los animales, y que de hecho tiene dos perros que "están bien cuidados, a mi esposa y a mí nos encantan los animales". Pero "cuando vi al perro sobre mi perra perdí la cabeza, porque es de raza podenco y es muy cara", matizó.

El animal fue operado en una clínica veterinaria de A Cañiza, siendo trasladado posteriormente a otra de Ribadavia, en donde permanecía todavía ayer en observación. Tras sufrir la agresión se escapó dejando un gran rastro de sangre y no regresó al pueblo hasta el día siguiente. Su dueño, Braulio Moroño Suárez, que reside a escasos metros de Enrique Delgado, presentó la denuncia ante la Guardia Civil, después de que un testigo le informara sobre lo ocurrido.

Moroño, el propietario del perro herido, aseguraba que no entendía como su vecino había cometido tal "salvajada", insistiendo en que "es un perro pequeño, no es de raza, y si no quería que criara con su perra, podíamos arreglar las cosas como vecinos que somos antes de llegar a tal extremo".

Los gritos del animal tras sufrir la mutilación alertaron a gran parte del vecindario. "Le hicieron unas primeras curas antes de que huyera asustado y dolorido, porque aunque lo buscamos no apareció hasta el día siguiente", indicaba Moroño, quien aseguró que "tuvieron que amputarle todo el miembro y lo llevamos hasta A Cañiza porque el veterinario necesitaba ayuda para la operación... ¡El pobre ya no volverá a tener más perritos!".

Moroño señalaba que "la asociación de protección de animales me ha apoyado y está dispuesta a tomar medidas, pero les he dicho que no porque la señora me ha pedido perdón y me consta que tiene un gran disgusto". El propietario del animal espera que el responsable de la mutilación abone al menos las facturas de las clínicas.

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