INSTALACIONES

La Justicia permite la actividad del multiusos Cruceiro Gordo, en Melón

Melón
photo_camera La edificación se encuentra en la parroquia de Quins y alberga una guardería en la actualidad.

El Tribunal Superior archivó las denuncias contra el acuerdo plenario después de ocho años

Después de más de ocho años de trabas judiciales, el Concello de Melón anuncia una buena noticia no sólo a nivel municipal, sino también para la comarca. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) archiva las denuncias del concejal Emilio Luis Díez Vidal contra el acuerdo plenario que aprobaba el Plan Especial de actividades del multiusos Cruceiro Gordo. Los antecedentes recuerdan como en el año 2014 esta entidad judicial ordenaba el derribo señalando que las obras se estaban realizando en un suelo clasificado en el PXOM (Plan Xeral de Ordenación Municipal) como urbanizable delimitado. En el año siguiente, la Xunta de Galicia emitía un informe favorable que permitía continuar con las obras, aunque el proceso judicial no terminaba ahí. 

Después de recibir este auto favorable, la alcaldesa, Cristina de Francisco, solicitó un informe jurídico en el que se indicaran los pasos a seguir a continuación y que seguirán al pie de la letra para "por as intalacións ao servizo dos veciños o antes posible". Actualmente, la única actividad que tiene el multiusos es la guardería, que presta servicio a niños de cero a tres años. La utilidad que tenía pensado darle al Cruceiro Gordo, y que todavía se mantiene en los planes municipales, era la creación de un proyecto único que albergaba la construcción de una piscina climatizada, única en la comarca; un gimnasio de más de 200 metros cuadrados equipado, una biblioteca municipal y un centro de día. 

La alcaldesa destacó la cantidad de prejuicios que trajo consigo todo este proceso judicial, calificado por ella como "denuncias indiscriminadas que teñen como única orixe a incapacidade de xestión municipal deste concelleiro". Francisco recordó que durante este tiempo los vecinos se vieron privados de estos servicios y que, además, el gobierno local tuvo que renunciar a varias subvenciones ya concedidas y tampoco solicitar otras ayudas que aportarían un gran beneficio.

El proyecto de Cruceiro Gordo se remonta a 1993, cuando el pleno aprobó la compra de terrenos y su construcción, pero no se consiguió recalificar las tierras y la zona quedó abandonada, llegando a utilizarse como un vertedero. En 2009, el anterior equipo de gobierno decidió recuperarlo y darle uso a una obra abandonada durante 16 años. La alcaldesa recordó que el autor de la denuncia fue teniente alcalde y que no apoyó este proyecto desde el inicio.

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