Mereció la pena la espera para gozar de un colorido desfile en Ribadavia

Las "lajartas", terribles y seductoras armas de mujer por las soleadas y pobladas calles de Ribadavia (XESÚS FARIÑAS)
photo_camera Las "lajartas", terribles y seductoras armas de mujer por las soleadas y pobladas calles de Ribadavia (XESÚS FARIÑAS)

Los habitantes de la capital de O Ribeiro se resarcieron de sus ganas de fiesta con un variado baño de música y de color.

Aguardó Ribadavia a que hiciera mejor tiempo para poder disfrutar del Entroido por todo lo alto y el sol hizo por fin acto de presencia para ofrecer a los habitantes de la villa un desfile muy colorista que movilizó a mayores y pequeños.

La música y el desenfreno, como no podía ser de otro modo, marcaron la soleada tarde en una localidad en la que se pudieron ver, al mismo tiempo, a la escudería de Fórmula 1 al completo con el coche de Fernando Alonso incluido, una expedición de la Nasa con su transbordador espacial o un séquito de antiguos egipcios que viajaron en el tiempo hasta Ribadavia para pasear sus momias, sus pirámides y, cómo no, a su faraón por toda la villa.

También acompañaron la marcha unas peculiares "Lajartas", cuyos encantos sedujeron a más de un incauto espectador. Y es que los ribadavienses no volvieron a fallar a su particular Entroido, y abarrotaron el recorrido de las comparsas contagiados por el espíritu festivo. Las esperas, a veces, merecen la pena, y si no, pregunten en Ribadavia. 

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