O RIBEIRO

Misteriosa desaparición de mascotas en Cortegada

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photo_camera Dos de las cinco mascotas desaparecidas en la localidad y de las que se ha presentado denuncia.

Los dueños crearon una plataforma pidiendo la investigación de los robos

Los vecinos de varias parroquias de Cortegada se mantienen en alerta ante la continua desaparición de mascotas durante los últimos dos meses. En la zona de Casares de Refoxo se formalizaron cinco denuncias en el mes de mayo por la desaparición de este mismo número de mascotas, aunque hay más casos que aseguran que no constan en la Guardia Civil. Según afirmó una de las afectadas, María José Álvarez Fernández, "no sólo pasa aquí, en Gomesende y en Valongo también están faltando animales". Los propietarios se encuentran en pie de guerra ante la "pasividad" de las autoridades, tanto de la Guardia Civil como del Seprona.

Ante esta situación, el grupo de dueños de mascotas desaparecidas se ha movilizado y crearon un grupo en las redes sociales para difundir sus peticiones y llamar a la concienciación ciudadana. También trabajan en la creación de una plataforma de afectados a la que se han incorporado otros casos de hurtos fuera de la provincia de Ourense. "Sólo pedimos una investigación coordinada, aquí y fuera. No vamos a parar hasta que obtengamos una respuesta a estos robos", aseguraron desde el grupo. Destacaron que el único objetivo que los mueve es "sentirnos apoyados por las autoridades competentes" que afirmaron que, hasta el momento, no se han implicado.

Los afectados comentaron que la respuesta de las autoridades inicialmente fue la de investigar lo ocurrido, pero aseguraron que no volvieron a contactar con ellos. María José Álvarez afirmó que la sospecha que les habían transmitido era la de que "los utilizan como cebo para los perros de peleas, un mundo que mueve mucho dinero".

Uno de los casos que más reacción mediática tuvo fue el de Bimbo, un perro de ocho años, de color castaño y blanco, estatura media y 18 kilos, desaparecido hace más de mes y medio. Su dueña, María José Álvarez, comenzó ofreciendo una recompensa de 1.000 euros a todo aquel que pudiese ofrecer algún tipo de información al respecto, pero fue inútil. Ahora decidió aumentar esta cifra a 2.000 euros aunque aseguró que "me temo que ya no va a aparecer nunca".

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