entrevista

"Nunca había expuesto, me lo recomendó un familiar y decidí probar a ver qué pasaba"

Jorge Riesco
photo_camera Jorge Riesco.

Jorge Riesco, santiagués con fuertes vínculos con O Ribeiro y que se estrena en el arte de mostrar al público su trabajo, a pesar de llevar toda una vida dibujando

La Casa da Xuventude de Ribadavia inauguró el pasado lunes una exposición de dibujos, en su mayoría abstractos, que representan los lugares más emblemáticos de la villa ribadaviense. Estas piezas corren a cargo de Jorge Riesco, santiagués con fuertes vínculos con O Ribeiro y que se estrena en el arte de mostrar al público su trabajo, a pesar de llevar toda una vida dibujando. La muestra estará disponible hasta el próximo día 20. 

¿Cómo nace esta exposición?

Pues yo normalmente me dedico a hacer retratos y eso no se expone, cada modelo se lleva su obra. Estas piezas me cansan mucho psicológicamente porque exigen mucha concentración y descanso haciendo otro tipo de dibujos. Nunca hice una exposición y un familiar me recomendó mostrarlos, y así lo hice. Es la primera que hago y decidí probar a ver qué pasaba. 

¿Qué se puede ver en ella?

Se trata de cerca de una quincena de piezas que se centra en una visión de Ribadavia. Yo nací en Santiago pero por parte de mi familia política tengo mucho vínculo con esta tierra, aunque me gustaría ir más de lo que voy. Las imágenes enseñan vistas, algún monumento como la propia Praza Maior, algunas iglesias, el castillo o las puertas de la muralla... Son paisajes, algunos de ellos abstractos y casi cuesta reconoce el lugar al que se refieren, y otros muy detallados.

Usted no se dedica profesionalmente al dibujo.

No, no, soy un aficionado. Empecé a dibujar desde muy niño como un entretenimiento y esta experiencia es algo completamente nuevo y muy divertido, muy interesante también. Esta aventura podría motivarme a exponer más cosas. 

¿Qué es lo que más difícil de hacer un retrato?

Un retrato tiene que quedar bien. Con los paisajes casi nadie se fija en los pequeños detalles o en si dibujas una rama de un árbol torcida, pero en el retrato cada mínima línea debe estar en su sitio si no quieres estropearlo. Yo procuro que la gente se caiga para atrás del parecido entre el dibujo y la realidad, y casi siempre lo consigo. Mis piezas son retratos muy realistas, casi rozando el hiperrealismo.

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