O RIBEIRO

Preocupación en Ribadavia y Cenlle por los perros salvajes

Las autoridades locales proyectan soluciones conjuntas para tratar de frenar su proliferación 

Las autoridades municipales de Ribadavia y Cenlle consideran un grave problema la proliferación de perros asilvestrados en los montes de ambos concellos porque acostumbran a acercarse a núcleos de población como Esposende, Pazos, Lentille, Santo André, Groba y As Chabolas, atacando a los animales domésticos que encuentran indefensos. Además, su presencia aumenta con el paso del tiempo, lo que ha suscitado la preocupación del vecindario.

El alcalde de Cenlle, Gabriel Alén, afirma que desde que este Concello suscribió un convenio con la Diputación para la captura de los perros, en mayo del pasado año, han sido recogidos en torno a 45 animales y trasladados a una perrera.

No obstante, y pese a que también fueron localizados dos perros hace escasas semanas que habían matado a una oveja, el regidor considera que no es suficiente la intervención siempre que se producen ataques y, por ese motivo, anuncia que para el próximo mes de octubre prevé convocar a una reunión a las autoridades de Ribadavia, así como a representantes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y también a responsables de la Consellería de Medio Ambiente para de forma conjunta abordar medidas que solucionen definitivamente el problema.



Nueve camadas

Han nacido nuevas camadas, según el testimonio de numerosos vecinos, que las han visto. "Todálas semanas están recollendo cas pero o problema é moi dificil de arranxar porque nos consta que hai novas camadas e que se desprazan entre Cenlle e Ribadavia", apuntó Gabriel Alén.

Las brigadas de la Diputación utilizan comederos para atraer a los perros y capturarlos con somníferos, pero "é moi difícil sorprendelos", puntualiza el mandarario local de Cenlle.

El concejal de Servicios Públicos de Ribadavia, Ignacio Gómez, declaraba que el Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) se encarga de recoger perros abandonados que después entrega en adopción a la asociación Mascotas perdidas de la comarca de O Ribeiro.

Desde enero de 2013, la entidad ha colocado 24 y todavía tiene cinco pendientes. Sin embargo, Gómez afirma que "o problema que temos cos asilvestrados é grave porque non temos medios para capturalos e paréceme ben o que propón o alcalde de Cenlle de buscar unha solución conxunta entre todos".



ataques

Los perros asilvestrados atacan en ese entorno a ovejas, gallinas e incluso terneros y lo están haciendo desde hace muchos años.

La intervención de la Diputación ha reducido su número en los últimos meses, pero las nuevas camadas también están generando alarma entre los ganaderos con reses que pastan en los montes.

El presidente de la Comunidad de Montes de Santo André (Ribadavia), Emilio Collarte, declaraba que la proliferación de perros impide aumentar el número de vacas cachenas en su monte comunal.

Afirma que el proyecto de mantener limpios los montes recurriendo a esta raza autóctona se puso en marcha en 2009 con siete cabezas, de las que una fue devorada por los perros. Por ese motivo, las 10 vacas que tienen ahora están en tres hectáreas de monte, que han cerrado, cuando se podría aumentar la población porque todavía hay 20 hectáreas más.

La preocupación por los daños producidos por perros salvajes o asilvestrados también han llevado a los ganaderos a pedir que se incluyan esos ataques en las ayudas que concede la Administración al igual que ocurre con el lobo.

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