Adif tiene todavía contratos en fase de licitación y 18 en fase de evaluación que tienen que ser resueltos y formalizados en las próximas semanas.
Pese al ritmo acelerado de las obras y de las tramitaciones de contratos pendientes, 2018 termina sin que las pruebas hayan comenzado en los 110 kilómetros de trazado entre Zamora y Pedralba de la Pradería. Las obras están virtualmente finalizadas pero el paso a la fase de pruebas con trenes en circulación tendrá que comenzar a partir de la segunda quincena de enero.
La secuencia de pruebas comenzará con las pruebas de carga en viaductos, utilizando trenes cargados con balasto. Luego serán las pruebas dinámicas en vía, con los trenes laboratorio. Primero con el BT de tracción diésel. Luego, una vez que se realicen las pruebas de tensión en la catenaria, se realizará con trenes eléctricos y que incluirá pruebas técnicas de los sistemas de señalización, seguridad y comunicaciones como el ERTMS, con el que se estrenará este tramo. Después serán las pruebas con trenes comerciales y la formación de maquinistas.
La línea tendrá que contar con la autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, para que Renfe Operadora pueda iniciar la explotación comercial, con la reducción de 50 minutos en el tiempo de viaje entre Ourense y Madrid. Se puede asegurar casi con certeza que comenzarán en 2019, pero sin concretar fecha.
En paralelo, en el primer semestre de 2019 quedarán finalizadas las obras de la plataforma entre Pedralba de la Pradería y Taboadela, así como la del ramal desde la línea de alta velocidad a la línea convencional en Taboadela. Para ganar tiempo, se comenzará con el montaje de la vía antes de la finalización total de la plataforma. Todo está dispuesto: carril, balasto y traviesas ya pueden comenzar a ser transportadas a los puntos de acopio y las bases de montaje de Meamán y Vilavella, si bien en éstas todavía no han comenzado las obras de construcción, sí se puede habilitar espacio para almacenaje. La reciente adjudicación del montaje de la vía entre Taboadela y Campobecerros permitirá iniciar los trabajos en enero.
Los últimos contratos
Adif tiene todavía contratos en fase de licitación y 18 en fase de evaluación que tienen que ser resueltos y formalizados en las próximas semanas. Muchos son asistencias técnicas, pero hay contratos decisivos para el cumplimiento de los plazos, como es el caso del montaje de la catenaria entre Pedralba y Ourense. Como unos se solapan con otros, lo más probable es que la finalización de las obras del tramo ourensano se demore hasta los primeros meses de 2020, lo que no impediría que ese año entrase en servicio la línea.
