ROBOS EN OURENSE

El 25% de los robos en viviendas en los últimos cinco años está sin esclarecer

Son 300 de los 1.200 registrados en Ourense desde 2012 por Policía y Guardia Civil, que confían para cerrarlos en el cruce de datos

Trescientos robos en viviendas de la provincia de los más de 1.200 registrados desde el año 2012 –solo en el 2016 se contabilizaron 306– están pendientes de ser esclarecidos, al no haber sido detenidos sus autores.

La mayoría de los asaltos ya no están siendo investigados por las fuerzas de seguridad (Guardia Civil y Policía Nacional) pero esto no significa que se haya dado carpetazo al asunto ni a las pesquisas llevadas a cabo en su momento, dado que todo el material recopilado en la vivienda tras el robo se pone sobre la mesa cada vez que detienen a un ladrón. "No sería la primera en esta provincia que se resuelve un robo e incluso un crimen pasados tres o más años", afirman fuentes del Instituto Armado, recalcando que hay un trabajo de investigación realizado y los ladrones pueden caer al cometer cualquier error en otro robo.

Algunos de los robos por esclarecer generaron en sus momentos alarma, dada la violencia con la que actuaron los asaltantes para que las víctimas les entregaran el dinero. Es el caso que vivieron el párroco de Esgos, Ramón Garrido; el vecino de A Seara (Cartelle) Manuel Cacheiro; María Fernández, una octogenaria de As Veigas das Meás (Vilardevós) o Leopoldo Rodríguez, al que asaltaron cuando descansaba en su vivienda y, tras maniatarlo, lo golpearon hasta lograr sustraer joyas y 40.000 euros en efectivo. En este caso, la Guardia Civil detuvo a una mujer natural de Brasil (fue asistente de la víctima) pero quedó en libertad. Los ladrones eran cinco.

En otros casos no golpearon a las víctimas, pero las intimidaron con armas de fuego. Así lo hicieron en el domicilio de José Antonio Cacheiro, en el que entraron cinco encapuchados y, tras encañonarlo con una pistola, sustrajeron 200.000 euros. En la vivienda también estaba su madre, de 92 años, que falleció de un infarto. A día de hoy, los autores aún no han sido puestos a disposición de la Justicia. En todos los casos, los investigadores, además de realizar una inspección ocular en el escenario del robo, recabaron información entre las víctimas sobre rasgos físicos de los asaltantes, forma de expresarse o la ropa que vestían. Analizada la documentación, sospechan que los ladrones se desplazaron desde otros puntos del territorio y abandonaron la provincia.

De los 300 robos que están por esclarecer, los agentes de la Guardia Civil continúan trabajando en dos, los perpetrados en enero en la vivienda de Ramón Rodríguez, en San Mamede de Urros (Allariz) y en la casa de las hermanas de Güin, en Bande. Los agentes están a la espera de recibir el resultado de los análisis del material recogido en ambas viviendas. 

Setenta personas detenidas desde enero de 2016 por asaltos a casas

El esclarecimiento de los robos, sobre todo los violentos, tiene prioridad tanto en la Comandancia de la Guardia Civil como en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía. Desde el arranque del 2016 se han llevado a cabo importantes operaciones que conllevaron la detención de 70 personas. Entre ellos están los dos albaneses (están en prisión) y dos ourensanos a los que arrestaron a finales del pasado mes de marzo cuando intentaban asaltar una vivienda en Carballiño. Cinco guardias civiles los esperaron dentro del inmueble, llegado a resultar heridos durante la operación. Los acusan de perpetrar 30 asaltos entre finales del 2016 y principios de este año en toda la provincia.

El resto de detenidos son delincuentes habituales reincidentes en delitos contra la propiedad. Parte de ellos acumulan hasta 20 detenciones por robo, caso de un vecino de Allariz que fue condenado esta pasada semana a un año y seis meses de prisión por el robo de herramientas, maquinaria, muebles y prendas de vestir en una vivienda de Queiroás. El condenado ya había asaltado varios centros sociales, casas y naves industriales en los últimos dos años. Según los datos que manejan ambos cuerpos de seguridad, estos delincuentes suelen actuar sin tomar medidas de precaución para no dejar huellas que puedan identificarlos. Por contra, los delincuentes que utilizan la violencia o intimidan a las víctimas con armas de fuego o cuchillos, "suelen extremar la seguridad para no ser identificados", afirmaron fuentes del Instituto Armado.

Perpetran los robos de noche, llegando a cortar la línea de teléfono e inutilizando los sistemas de alarma y videovigilancia. 

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