Sólo un 5% está insatisfecho con su empleo, pero sí suspenden aspectos como la promoción profesional, la conciliación o las ayudas
Los ourensanos dicen sentirse satisfechos por sus condiciones laborales. Tanto, que hasta califican su responsabilidad profesional con un notable. Así lo pone de manifiesto la Enquisa Estrutural a Fogares, elaborada y difundida recientemente por el Instituto Galego de Estatística (IGE), y que hace una foto fija de la situación en el 2016.
Un 51,40 % de los trabajadores de la provincia dan entre un 7 y un 8 a su empleo —en una escala de 0 a 10—, lo que llevado a números absolutos representa 53.501 ocupados. Las minorías están en los extremos y los que creen que su puesto es una especie de maldición bíblica representan el 5,06% (5.264 ocupados), por lo tanto solo le dan entre un 0 y un 4. Al otro lado, en el sobresaliente (entre un 9 y un 10), se sitúa el 21,19% de los trabajadores de la provincia; es decir, 22.060 personas. O lo que es lo mismo, gana por goleada el número de empleados que dice estar "plenamente satisfeitos" con su situación laboral frente a los que están "nada satisfeitos". En la zona tibia, en el aprobado (le dan entre un 5 y un 6), se sitúa el 22,34% de los empleados, 23.256 personas si lo valoramos en términos absolutos.
Los trabajadores ourensanos no son una excepción en el panorama laboral gallego, ya que las oscilaciones que hay en relación a las otras provincias se miden en décimas. El IGE dice que los trabajadores de Lugo son los más infelices, ya que el 6,23% le dan un claro suspenso a su empleo, mientras que los de A Coruña son los que más aprobados dan a sus condiciones laborales: un 24,12%. Los de Pontevedra están entre los más generosos porque un 55,14% le concede un notable, mientras que vuelven a ser los de Lugo los que ocupan el otro extremo: un 21,64% da un sobresaliente.
LA LETRA PEQUEÑA
Sin embargo, los perfiles críticos sobre la situación laboral se encuentran en el ajuste fino de los datos que facilita el IGE. Carrera profesional, formación, conciliación o ayudas van directamente al debe ourensano. Un 55,84% de los trabajadores de la provincia dan entre un 0 y un 4 a sus posibilidades de ascenso, mientras que un 24,84% le otorga entre un 5 y un 6. Solo dan un notable un 14,11% y un sobresaliente, un 5,20%.
Por lo que respecta a la formación que ofrece la empresa, también hay una mayoría de suspensos: el 42,61% echa de menos más preparación. Tampoco sale mejor parado el apartado relacionado con las medidas de conciliación que da la empresa ya que un 41,80% le da entre el 0 y el 4. Pero, sin duda, donde se da el peor dato es en el apartado social, sobre todo ayudas para vivienda, transporte o estudios. En ese caso el 73,40% da un suspenso sin paliativos y solo un 2,26% le concede el sobresaliente.
El ambiente laboral no parece preocupar a los trabajadores de la provincia porque solo un 3,99% creen que su relación con los compañeros es muy mala, un porcentaje que sube al 7,16% a la hora de reprochar a los superiores aspectos como trato, reconocimiento, atención a sus opiniones, etc. En ese aspecto parece que los jefes ourensanos se han ganado el respeto de sus trabajadores porque el IGE dice que un 33,27% se lleva con ellos de forma sobresaliente.
