SANIDAD

El 62% de los que acuden a urgencias del CHUO van por iniciativa propia

Complexo Hospitalario de Ourense, y acceso a las Urgencias del centro (MIGUEL ÁNGEL)
photo_camera Complexo Hospitalario de Ourense, y acceso a las Urgencias del centro (MIGUEL ÁNGEL)

El uso del servicio sanitario urgente preocupa a los médicos, porque hasta el 40% de los enfermos que allí tratan no precisan esa atención.

Ocho de cada 10 personas que acudieron al servicio de urgencias del Complexo Hospitalario de Ourense no precisaron después ingreso hospitalario. Además, algo más del 62% de los enfermos que van lo hacen por propia iniciativa y sólo un 36,75% llegan derivados de otro nivel asistencial. Al final, se comprueba que el 40% de los atendidos en el servicio no son enfermos urgentes.

Todos son datos del último barómetro sanitario elaborado por el Sergas que podrían, inicialmente, justificar las polémicas declaraciones del presidente de la Organización Médica colegial, Juan José Rodríguez Sendín, cuando abogó por multar a los pacientes que utilizan las urgencias hospitalarias de forma indebida. No hay que olvidar que el coste es notable puesto que, según los cálculos del Sergas (elaborados a efectos de la factura a las aseguradoras), el precio de una persona atendida en urgencias, sin ingreso posterior, alcanza los 231 euros. Su traslado en ambulancia, cualquiera que sea la unidad utilizada, supone un gasto de 284 euros más. Claro que el coste, dicen rápidamente en la administración sanitaria, no puede nunca emplearse para el fin que propuso Sendín puesto que la atención sanitaria es pública y gratuita.

Rodríguez Sendín ya recibió el rechazo de médicos y del sector sanitario y de la administración. Porque los datos tienen aristas y múltiples interpretaciones. Pero sobre todo, como dice la subdirectora de procesos sin ingreso y Urgencias del CHUO, Antonia González, hay que tener en cuenta el factor humano. El paciente se encuentra mal y acude directamente a donde cree que le van a atender de forma rápida, sin necesidad de pedir cita y con medios y recursos que cree que le garantizan la solución a su problema de salud de forma inmediata.

Antonia González no cree que se haga una mala utilización de las urgencias -al fin y al cabo, una urgencia es un hecho subjetivo imposible de medir o clasificar- pero aboga por un uso "responsable" del servicio, que en ocasiones no se produce porque, precisa, el funcionamiento de este servicio es también muy desconocido para los ciudadanos. En cualquier caso, señala que no está a favor de sanciones, multas o cobros a los pacientes que acudan a Urgencias hospitalarias cuando se demuestre que no era necesario. "No se puede penalizar a nadie porque este es un servicio público y universal, y un punto muy sensible", puntualiza.

El barómetro sanitario del Sergas concluye que podría haber una inadecuada utilización porque no se usa el primer escalón asistencial, el de la Atención Primaria, si bien reconoce que la actividad ha ido descendiendo desde el año 2009 de forma paulatina. Paralelamente, el porcentaje de ingresos sobre las atenciones se ha ido incrementando, lo que se explica por el envejecimiento de la población y la pérdida de habitantes que sufre la provincia; es decir, son dos causas que provocan que entren menos enfermos, pero con patologías más complejas, por lo que también requieren de mayores intervenciones diagnóstico-terapéuticas.

Los ourensanos, sobre todo los que están más cerca del CHUO, prefieren las urgencias hospitalarias, no así los de la provincia, sobre todo los que están más lejos de un centro sanitario. Antonia González ha constatado que se usa menos el servicio de urgencias por pacientes que viven más alejados pues son más cuidadosos en ese sentido. Cuando lo hacen, aumenta el porcentaje de los que realmente sí debían acudir a una urgencia, hospitalaria o de un punto de atención continuada. En el caso de Ourense, ocurre sin embargo lo contrario, el PAC atiende patología más banal y, en general, hay la percepción de que la atención sanitaria puede ser un bien de consumo, "lo que no es así".

El servicio de urgencias con más casos atendidos es el del CHUO, que se ocupa de una media de 210 al día, sin contar las de pediatría y ginecología. Los meses con mayor demanda coinciden con el pico de epidemia gripal y, curiosamente, el día de la semana con mayor afluencia es el lunes y por la mañana, hasta las dos de la tarde, mientras descienden los casos en sábado y domingo. Ocurre porque son enfermos que pasan dos días sin atención y aún deben pedir cita el lunes al médico de cabecera; es más rápido desplazarse a urgencias para tratar su dolencia.

Los PAC de la provincia atienden a una media anual de 187.000 personas y constituyen el primer nivel de atención urgente, aunque la afluencia de enfermos es menor que en el CHUO. Se reduce progresivamente desde 2012, lo que el Sergas atribuye a la caída de población, especialmente en el entorno rural, así como al mejor uso de la atención asistencial, en favor de la consulta o tratamiento ordinario en el centro de salud.

Sí se considera que el nivel de resolución de los puntos de atención continuada es muy satisfactorio porque, según el propio Sergas, alcanza al 90% de los casos que le llegan, por lo que la derivación a los servicios de urgencias del hospital no supera el 10%.

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