EN OURENSE

El 75% de los trabajadores del juzgado de Ourense pide ventanas

photo_camera Dependencias judiciales de O Couto, en funcionamiento desde el 2015.

El sindicato CSIF solicita a la Xunta la "apertura inmediata" por "salud"

Un total de 150 trabajadores del edificio judicial de O Couto, aproximadamente el 75% del personal que trabaja en este inmueble, se adhiere a un escrito de la delegación ourensana del sindicato CSIF, firmado por el portavoz José Antonio Sotelo Santos, en el que reclama a la Xunta, "por razóns de salubridade", la "apertura inmediata" de ventanas en todas las oficinas judiciales del espacio que se concibió sin ellas.

El diseño generó polémica en poco más de tres años de funcionamiento por la dificultad para renovar el aire, en este caso, solo posible de manera artificial a través de un sistema de climatización que consideran "totalmente ineficaz" tras las molestias de salud detectadas por los trabajadores.

La propia administración se vio obligada a habilitar ventanas en las dependencias del Imelga, en el juzgado de guardia y en el Contencioso Administrativo número 1. Muchos trabajadores ya acuden al edificio con mascarillas, deshumificadores y otro tipo de protecciones por las molestias generadas: ojos rojos, sequedad nasal y bucal, alergias, tos, mareos, cefaleas e incluso dificultad de lectura de los escritos. Estos son alguno de los síntomas que referencian los trabajadores y que, en la mayoría de casos, no padecían en los viejos juzgados.

Dos sentencias previas sobre la vinculación de problemas de salud con deficiencias en centros laborales impulsan a los trabajadores a solicitar medidas urgentes para evitar, en palabras de CSIF, "os graves efectos que conleva este sistema de ventilación e abocar aos empregados públicos a unhas doenzas totalmente inxustificadas". El último de estos fallos, del Juzgado de lo Contencioso número 1, reconoce como accidente laboral el síndrome de sensibilidad química o síndrome del "edificio enfermo"–relacionado con la contaminación del aire en espacios cerrados–a una trabajadora en el inmueble de Política Social de la Xunta, en Sáenz Díez.

Evitando el "alarmismo" y "caer en prejuicios", desde CSIF recuerdan que parte de estos empleados del edificio judicial sufren este tipo de dolencias. 

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