DROGAS

La marihuana se "sirve" del rural ourensano

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photo_camera Plantas intervenidas en la "Operación Mastín".

Las últimas operaciones policiales sitúan a la provincia en el mapa mundial de la producción y venta de este tipo de sustancia estupefaciente

El abandono del medio rural y el descenso de la población en la provincia están facilitando el cultivo de marihuana para venderla mayoritariamente en el territorio nacional, pero también a países europeos.

Las fuerzas de seguridad, Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil, llevan años atentos al cultivo de esta droga, que en los últimos dos años, según fuentes del Instituto Armado, se incrementó sustancialmente en toda la provincia. La alerta la dio la "Operación Mastín" desarrollada el pasado día 10 en los polígonos industriales de Barreiros y San Cibrao, coincidiendo con el apogeo de la cosecha.

Agentes de la Policía Nacional intervinieron 3.858 plantas (153 kilos) en una nave industrial sin actividad y detuvo a tres ciudadanos chinos. La redada colocó a Ourense, junto a otras ocho provincias, en el mapa internacional de producción de marihuana. El destino era el Reino Unido a través de servicios de mensajería.

"Las plantaciones aumentarán porque hay mucho terreno que antes se cultivaba y ahora está yermo", apuntó el teniente coronel de la Guardia Civil, Manuel Javier Novo Colldefors.

Sus guardias civiles patean el monte ante cualquier sospecha, pero les resulta difícil localizar las plantas de marihuana "porque son plantaciones rodeadas de maleza. Entre arbustos y sin apenas accesos", añade el teniente coronel.

Aún así, las patrullas desarticular pequeños puntos como las siete plantas que localizaron el pasado 2 de septiembre en Astariz (Castrelo de Miño), las 22 que incautaron días más tarde, el 16 de septiembre, en otra finca abandonada de Lobios, y las 76 que intervinieron en ese mismo mes en dos fincas de Verín. En los tres casos, las plantas crecían en terrenos rodeadas de maleza que en otra época estuvieron destinados a cultivo de patatas, centeno, maíz y productos de huerta.

En los casos de Lobios y Verín, los guardias civiles no practicaron detenciones al no encontrar al responsable de la plantación de droga. El dueño del terreno, personas de avanzada edad, no conocía la existencia de las plantas, ni tampoco la identidad de las personas que las cultivaban.

Alta demanda

El Grupo Prevención y Reacción de la Comisaría ourensana comenzó el año en curso interviniendo toda una "fábrica" de marihuana en una casa que no estaba habitada en la localidad de Santa Eulalia, en el municipio de Cualedro y detuvo al dueño, G. J.F., de 35 años, que quedó en libertad aunque como investigado tras declarar en el juzgado.

Dentro del inmueble había 108 plantas listas para cortar, 1.000 esquejes en periodo de crecimiento, otras 903 en proceso de secado, además de 47 botes de cristal repletos de cogollos en curación y una caja de polen. Los policías también decomisaron 14 bolsas de plástico con marihuana preparada para su distribución.

La casa había sido acondicionada con sistemas automáticos de riego, ventilación y calefacción. La Policía detectó que el detenido "pirateaba" la luz a la compañía eléctrica. El mismo sistema lo idearon los tres detenidos chinos en San Cibrao.

"Las plantaciones de marihuana en inmuebles van a más porque hay mucha demanda de esta droga desde países de Europa", apunta el comisario del Cuerpo Nacional de Policía, Antonio Álvarez Valencia, puntualizando que hay muchas naves que quedaron sin actividad industrial y"están siendo aprovechadas por traficantes de droga".

El clima facilita cada vez más el cultivo

La Policía Nacional intervino durante este año una plantación de marihuana en un piso de la ciudad (también estaba acondicionado con sistema de riego y calefacción) y la Guardia Civil decomisó dos plantas en macetas en una terraza en Ribadavia.

Los agentes de ambos cuerpos tienen instrucciones para vigilar el cultivo de este tipo de droga, con la que, según palabras del Antonio Álvarez, cada vez se alía más el clima. "El cultivo de la marihuana requiere un clima mediterráneo, bastante calor y, al menos este año, en la provincia se dieron estas condiciones", señaló, recordando que si unimos el clima, las naves y terrenos abandonados, "creamos el lugar perfecto para las plantaciones. Además, coincide que hay una alta demanda en el mercado de este tipo de sustancia", añádió.

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