La Fiscal reclama una pena de un año de prisión porque es la segunda vez que es juzgada
por desobediencia
Raquel V.L. está acusada por el ministerio fiscal de un delito continuado de desobediencia por impedir que su hijo pudiera estar con la mujer con la que estuvo casada. La acusación pública aplicó una atenuante de reincidencia porque en junio de 2014 ya fue condenada por los mismos hechos a seis meses de prisión que fueron sustituidos por trabajos en beneficio de la comunidad.
La sentencia de divorcio de un juzgado vigués en 2010 reconocía a O.M.S.F. el derecho a relacionarse con el hijo de la acusada nacido en 2008 a través de una serie de visitas periódicas. Posteriormente, una sentencia de la Audiencia de Pontevedra desestimó el recurso de la acusada y estimó parcialmente el de su exmujer en el sentido en que ampliaba la duración de las visitas los fines de semana, eliminando las intersemanales.
No obstante, O.M.S.F., según asegura la fiscal, pese a que acudió a la localidad en la que viven madre e hijo en la provincia de Ourense, tanto en abril como en mayo de 2005 no pudo ver al menor. "La acusada pese a ser conocedora de la orden judicial y pese a que en el pasado se le advirtió que por tal conducta obstaculizadora podría incurrir en un delito de desobediencia no permitió ninguna visita", dice la acusación pública en su escrito, reclamando un año de prisión.
