TRIBUNALES

El acusado de tener en un piso de Ourense 3,2 kilos de hachís se ve como una "víctima"

OURENSE. 27.10.2016 AUDIENCIA PROVINCIAL, JUICIO POR DROGAS. MOMENTO EN QUE EL ACUSADO RESPONDE A LAS PREGUNTAS EN PRESENCIA DE SU INTERPRETE FOTO: MIGUEL ANGEL
photo_camera Salah N. responde a las preguntas del juez a través de su intérprete. (MIGUEL ÁNGEL)

El ministerio fiscal reclamó a la Audiencia que sea expulsado de España durante ocho años

El marroquí Salah Naciri, acusado de traficar con drogas en el juicio seguido ayer en la Audiencia de Ourense, se considera una víctima, insistindo en que no sabía nada de la droga que le fue incautada en el momento de la detención y tras el posterior registro del piso en el que residía.

Los hechos tuvieron lugar a la 01,45 horas del nueve de julio de 2015, cuando la Policía, que estaba realizando un seguimiento de sus actividades, le detuvo en la calle con una bolsa en la que portaba dos paquetes de 97 y 64 gramos de una sustancia vegetal marrón (que resultó ser resina de cannabis), además de dos barritas y dos bellotas con un peso de 46 gramos.

Inmediatamente la Policía procedió a registrar, con permiso del detenido, la habitación de la casa en la que residía y en la que se encontró en el interior de una maleta: 3.233,9 gramos de resina de cannabis (que hubiera tenido un valor de más de 18.600 euros en el mercado), así como seis bolsas que contenían 2,584 gramos de cocaína. 

En su declaración, aseguró que  que en el momento de la detención portaba dos bolsas, insistiendo en que no sabía que una de ellas contenía droga. Se disponía -dijo- a bajar la basura a petición de su compañero de piso, otro ciudadano de origen marroquí. También rechazó que la droga encontrada en la maleta de su habitación le perteneciese y apuntó la posibilidad de que su propio compañero al enterarse de que lo habían detenido en la calle e iban a registrar la vivienda se la hubiera introducido allí.

Los agentes de Policía encargados de la operación confirmaron que se estaba realizando un seguimiento del acusado y que en el momento de la intervención portaba solo una bolsa que no había depositado en la basura a pesar de haber pasado al lado de un contenedor. También rechazaron la posibilidad de que su compañero de piso pudiera haber introducido la droga en la habitación del acusado, ya que desde el momento en el que se informó a esta persona de la detención de Salah estuvo acompañado por una agente.

El fiscal solicitó  una pena de cuatro años y seis meses de prisión, además de 40.000 euros de multa o la sustitución de esta pena de prisión por una expulsión del territorio español por un plazo de ocho años. 

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