Artista viguesa, aunque con raíces ourensanas por parte paterna, que transita por la creación a través de distintos caminos: la pintura, la fotografía o el vídeo.
Adela Rodríguez es una artista viguesa, aunque con raíces ourensanas por parte paterna, que transita por la creación a través de distintos caminos: la pintura, la fotografía o el vídeo.
¿Qué es “Mergullándome"?
Es el proceso que hago para pintar mi cuadro, parecido a sumergirse en el mar, es un proceso creativo. En esta exposición, además, utilizo los colores que veo cuando me mergullo en el mar, puede haber negro, azul, y de pronto, rojo.
¿Por qué habla usted del mar?
Porque éste juega un papel importantísimo en mi vida. Es el olor y es algo fantástico: el reflejo, es un paisaje en movimiento. Es una superficie que muestra colores.
¿Podría concebir la vida sin trabajo creativo?
No. Es decir, tu me escuchas hablar y me ves moviendo la cara y los ojos, y dices: esta mujer es muy creativa.
¿Y el mundo?
Tampoco. Lo único que nos puede salvar del dolor, de la desolación, de la soledad, es la capacidad de crear, de escaparnos a través de la creación.
¿Qué la lleva hasta los pinceles?
Es mi asignatura pendiente, aunque hacía acuarela de pequeña. Es una prolongación de mi brazo, de mí misma. Pero no solo trabajo con pinceles, utilizo mucho más cualquier otro elemento, como cartón o estropajo, por ejemplo. Para mí la creación es ver cosas distintas en elementos cotidianos.
¿Qué aporta diferente la pintura respecto a la fotografía?
La fotografía es la magia del momento, es la inmediatez, la adrenalina momentánea. En cambio, el proceso creativo en un cuadro de pintura es algo más largo, más reflexivo, es casi psicoanalítico.
¿Qué espera de esta muestra?
Una exposición es mostrarme en público, saberme adivinada, saberme conocida. Y lo que espero es que la gente esté contenta, que los que vayan a visitar la exposición se sientan recompensadas, que les muestre algo de sí mismos. Hay una pieza, "Tesoro submarino", que es un homenaje al que vaya a ver mi obra.
