POLÍTICA LOCAL

Adelante ve "poca transparencia y prisas" en la norma que prohíbe beber en la calle

El grupo liderado por el empresario Benito Iglesias, que no tiene representación en el Concello, también ha anunciado su intención de presentar propuestas y alegaciones a la ordenanza

La formación política Adelante pide que la ordenanza municipal antibotellón se abra a la participación ciudadana tras lamentar que se haya "cerrado el paso" a los vecinos "reservando el conocimiento de la  propuesta normativa a los miembros de la corporación". 

El grupo liderado por el empresario Benito Iglesias, que no tiene representación en el Concello, también ha anunciado su intención de presentar propuestas y alegaciones a la ordenanza. Previamente, pedirá al alcalde que se publique el texto que recoge la propuesta.

Iglesias ve "falta de transparencia" a la hora de tratar este problema, teniendo en cuenta, dice, que "están implicados varios sectores sociales". Por ello, exigen al gobierno municipal que, atendiendo a la Ley de Transparencia, publique "las memorias e informes que conformen los expedientes de elaboración de textos normativos”. 

Por otro lado, Adelante dice no entender la "repentina prisa" tras "años de tolerancia" y recuerda que existían tres acuerdos plenarios para adoptar medidas para erradicar el alcohol, ante las que el gobierno local mostró "pasividad absoluta"; así como el plan islandés "Youth in Europe" -pretende implantar medidas para prevenir el consumo de alcohol- del que "seis meses después nada se sabe".

Además, la formación política dirigida por Benito Iglesias cree que la iniciativa que pretende erradicar el botellón puede resultar "precipitada", ya que recuerdan que "el Congreso está tramitando un proyecto de ley que regulará el consumo de alcohol por menores". Así, creen que si se aprueba antes "obligará a modificar la ordenanza.

Por último Adelante cuestionó, al igual que otros partidos de la oposición, la prohibición como única solución. "Esto no se resuelve de la noche a la mañana a golpe de una ordenanza que nace con una anunciada vocación represiva. Puede provocar que el botellón se disperse por otras zonas de la ciudad y no habrá un problema, sino cinco o seis”, avanza Iglesias.

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