AGRICULTURA

La sequía amenaza a los principales cultivos del campo ourensano

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photo_camera Un tractor trabajando en un campo de patatas de la comarca de A Limia el pasado viernes.

Los productores miran al cielo a la espera del habitual "tren de borrascas" de primavera, que todavía no aparece en el horizonte

La escasez de precipitaciones preocupa cada vez más a los agricultores, que en su práctica totalidad han adelantado los distintos cultivos con respecto a las fechas habituales y ven como unas cosechas que se auguraban muy buenas, en previsión de que la primavera trajera las tradicionales lluvias, puede convertirse en todo lo contrario, una de las peores de los últimos años. "Si no llueve y no llega alguno de esos trenes de borrascas habituales en esta época del año, empezará a secarse el cereal de primavera y también el de invierno, que a día de hoy presenta un aspecto perfecto pero se vería también agostado por esa falta de agua", explica Servando Álvarez, técnico del Centro Agrogandeiro del Instituto Ourensano de Desenvolvemento Económico (Inorde).

Recuerda que "hace 15 días se apuntaba una producción de récord en cereal porque se había sembrado prácticamente el 70% de las 16.000 hectáreas de superficie que hay en A Limia, y en este momento esos campos están verdes, pero si sigue sin llover no habrá posibilidad de madurar los granos, con lo que el récord sería negativo", añade Álvarez.

Reconoce que se está poniendo en la peor situación, pero apunta que, de hecho, "ya estamos a finales de abril" y esas precipitaciones todavía no han llegado ni están anunciadas en el futuro inmediato. "De hecho, hasta prácticamente mediados de mayo no apuntan que vengan esas lluvias", subraya.

Estos malos augurios se generalizan al resto de cultivos en caso de persistir este tiempo seco y soleado. En el caso de la patata, otro de los productos con peso en la agricultura provincial, las buenas condiciones han llevado también a adelantar dos meses la siembra con respecto al año pasado. "El problema es que si no llegan esas lluvias, teniendo en cuenta que este producto necesita regadío para desarrollarse y producir, ni la capa freática ni las comunidades regantes contarán en los meses de junio y julio con el agua suficiente para mantener esos cultivos", explica el técnico del Centro Agrogandeiro.

El caso es que las mermas, si no llueve lo suficiente, podrían ser importantes. En el caso del cereal, de los alrededor de 50 millones de toneladas habituales "podríamos pasar a menos de cinco", apunta el técnico del Inorde. En cuanto a la patata, de la media de producción, situada en 120 millones de kilos se podría pasar "a los 80 o 90".

También otros cultivos que empiezan a cobrar fuerza en la producción hortícola de la provincia, como es el caso de cebollas o puerros, "están en la misma situación que patata o cereal, si llueve habrá garantías de producción y si no llegan esas borrascas será difícil que prosperen esas producciones", apuntan desde el Inorde.

En cuando al vino, pese a ser un cultivo de secano, la falta de precipitaciones "puede ocasionar la muerte de las plantas jóvenes correspondientes a las reposiciones que los viticultores van haciendo, y va a ser muy difícil que las plantas sobrevivan". El año pasado, marcado por la escasez de lluvias, muchas viñas "plantadas en ladera y suelo rústico experimentaron de forma importante la sequía", recuerdan en el Centro Agrogandeiro, donde, de todas formas, apuntan que "hacer vaticinios de lo que puede ser en pleno abril es una lotería, aunque el riesgo, si no llega el agua, está ahí", reconoce Álvarez, que apunta que "en Castilla y León ya se plantean reducir la superficie plantada porque no hay agua para todos"

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