Los técnicos ya están elaborando ese estudio para determinar la idoneidad de la instalación y los puntos más conflictivos
El alcalde de Ourense, Agustín Fernández, reconoce que la instalación de radares para controlar la velocidad "es una medida interesante para mejorar la seguridad vial" en las calles de la ciudad, aunque supedita dicha instalación a un informe previo que debe elaborar la Policía Local. Fernández confirma que "ya está en manos de los agentes el encargo de elaborar un estudio sobre la conveniencia de los radares y sobre sus posibles ubicaciones en la ciudad".
El regidor, en todo caso, expresó que "hay una clara voluntad de evaluar la posibilidad de esa instalación de radares".
Una iniciativa que ha sido demandada en los últimos meses por varios colectivos, empezando por las asociaciones vecinales, pero también por representantes de la propia Policía Local, como se recogía en este periódico el pasado miércoles.
Desde la Asociación de prevención de accidentes de tráfico de Galicia inciden en la necesidad de que Ourense cuente con este tipo de controles de velocidad. "Es una de las últimas ciudades de España que todavía carece de esos controles de velocidad por radar", asegura la presidenta de la asociación, Angélica Ferro, que recuerda que "nosotros hicimos recientemente un estudio y reflejaba que se superaba repetidamente el limite de velocidad de 50 kilómetros por hora en viales como la N-120 o la N-525", que aunque son carreteras de la red nacional, tienen señalizado este límite de velocidad en los tramos que entran en el perímetro urbano de Ourense. Esta situación de exceso de velocidad "se repite en calles anchas y rectas como Progreso o las avenidas de La Habana o Marín", añade. Unos excesos que quieren ser frenados con la instalación de radares, a la espera del informe de la Policía Local.
