In Tempore Sueborum

Alta seguridad en la operación retorno del caldero de Musov

Ourense 10/5/18
Traslado piezas exposición "In témpore sueborum" del centro cultural Marcos Valcárcel
Frantisek Trampota
Fotos Martiño Pinal
photo_camera Trampota, el autorizado a retirar el caldero de Musov de su vitrina.

La exposición sobre los suevos terminó el proceso de devolución de gran parte de las piezas

Los suevos vuelven a casa. Los 39 museos que han prestado las 262 piezas expuestas durante cinco meses en la muestra "In Tempore Sueborum", han hecho acto de presencia en Ourense a través de sus restauradores y conservadores, que con un protocolo estricto y altas medidas de seguridad, han comenzado el periplo de regreso a las vitrinas de origen.

El caldero de Musov, procedente del Museo Regional de Mikulov, en República Checa, y "pieza estrella" de la exposición sobre el mundo suevo, es uno de los objetos que ya está de camino a su lugar de origen. Ayer a mediodía, un camión salía de la rúa Cruz Vermella con la mayoría de piezas procedentes de los museos europeos. Antes, toda una cadena de responsabilidades para que los objetos lleguen intactos.

"Cuando se abre una vitrina, tiene que estar presente el comisario y el conservador de la exposición,  el conservador-correo –así se llama al profesional que se desplaza desde el museo que presta la pieza–, personal de seguridad, la empresa de desmontaje y la de transporte", enumera la restauradora de "In Tempore Sueborum", Natalia Figueiras.

La persona que mejor conoce el caldero de Musov, ese objeto de bronce que muestra a unos suevos peinados con trenza y que fue imagen promocional durante cinco meses de exposición, estuvo ayer en Ourense. Frantisèk Trampota, conservador del Museo de Historia del Arte de Viena, es el único que puede sacar de la vitrina tan preciada pieza.

 "Después de extraer los objetos, se colocan sobre una superficie de conservación específica, se manipulan con sumo cuidado y se documenta con fotografías cada detalle, para que el conservador-correo contraste el estado de la pieza", explica Figueiras. Un trabajo que hace con lupa. Y cuando da el visto bueno, embalaje, firma de actas y al camión.

Caso especial, el de la conservadora de Viena, con vehículo escoltado para llevar las piezas en un maletín. La acompañan hasta la puerta de embarque del avión. 


"Profesionalidad a la altura de grandes museos europeos", destacan en Europa


El proceso de devolución, del que el comisario de la exposición, Jorge López Quiroga, destaca su "complejidad" por la mayor atención que los museos que dejan sus piezas prestan al estado final de estas, ha sido "muy positivo". Los conservadores de los espacios culturales europeos alaban la profesionalidad de los responsables de la muestra. 

Desde el Museo de Stuttgart señalan "la comunicación fluida" y el "excelente trabajo"; mientras que desde el Museo de Historia del Arte de Viena apuntan al "nivel de profesionalidad excelente, al nivel de los grandes museos europeos". "Seriedad y meticulosidad" destacan desde los Museos Reales de Bélgica. "Seguridad y tranquilidad" desde el Nacional de Arqueología de Lisboa. 

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